De los 20 a los 50: ¿cuál es el peor error de maquillaje a cada edad?

Un exceso de producto, elegir mal la base, abusar de los brillos... los expertos eligen los fallos más comunes (y menos favorecedores) de cada época

Por hola.com

A los 20 te atreves con las tendencias de moda, mientras que cuando se llega a los 40, lo fundamental parece mantenerse fiel a un estilo y sacar el máximo partido a tus rasgos, además de intentar evitar esos pequeños fallos que te envejecen. Lo cierto es que, en general, no nos maquillamos igual a medida que van pasando los años. Y hay errores que, tal y como nos cuentan las expertas, cometemos en cada década. “Desglosarlos por edades no es sencillo, porque cada piel es única. No siempre el estado de la piel o edad de la piel coincide con la edad biológica de la persona”, matiza de entrada Gisela Bosque, National Makeup Artist para Sephora España. “Así que el mejor consejo es siempre personalizar y adaptarnos a cada necesidad y persona de forma especial. Teniendo en cuenta no solo su piel, sino también su forma de vivir y, sobre todo, su personalidad y estilo”, nos explica. Pero sí que coinciden en que hay determinados fallos de maquillaje que se observan más en cada franja de edad y nos los han resumido. ¿Tú también los has cometido... o sigues haciéndolos?

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A los 20 años: elegimos mal la base de maquillaje

“Creo que el error más común que se comete cuando tienes 20 es querer aparentar ser más sofisticada y, con ello, te echas años encima. Además, se utiliza una base de maquillaje con más tono para parecer más morenas y queda demasiado artificial”, nos cuenta la maquilladora Eva Escolano. Coincide Gisela Bosque al opinar que la elección de la base da lugar a errores en esta época, como “utilizar aquellas con un tono de fondo rojo o demasiado rosado, así como las bases muy densas que crean una textura artificial”. Y nos cuenta otro error que se comete: aplicar los productos con las manos o hacerlo con pinceles que no están limpios, lo que tiene fatales consecuencias en una piel que, a estas edades, tiene tendencia al acné y los granos. Por eso, sugiere recurrir a tratamientos de piel que se adapten a sus necesidades reales.

“Desmaquillar, limpiar (doble limpieza) es el mejor truco y usar un tratamiento específico para cada tipo de piel”, añade, y recomienda utilizar bases de maquillaje en polvo y con cobertura modulable, que se puedan aplicar de una forma uniforme sin exceso. “Y algo importante es que aprendan la importancia de usar pinceles y de limpiarlos”, concluye. Mientras, en opinión de la experta Marta Masi, “en esta década el gran fallo son los excesos: pestañas postizas, maquillarse demasiado las cejas, abusar del colorete, utilizar una base de maquillaje que no se funda de manera adecuada a nuestra piel o el uso de pintalabios con tonos inadecuados. A veces, menos, es más”.

 A los 30: un acabado excesivamente mate

Para la experta de Sephora, uno de los errores más comunes a esta edad suele ser dar un acabado excesivamente mate, que hace que la piel parezca más mayor o con un aspecto seco. “Se eligen bases más oscuras, que no se adaptan al tono real de la piel”, nos cuenta. “A esa edad, el error más común es utilizar mucho polvo compacto para matizar el rostro, y este da un aspecto acartonado que no es nada favorecedor. Es mejor llevar una piel jugosa y creo que se presta poca atención a las pestañas, cuando lo ideal es marcar bien con máscara de pestañas para abrir la mirada”, nos explica por su parte Eva Escolano.

Gisela Bosque propone seguir un rutina de tratamiento regular, que se adapte a las necesidades de cada piel, y que incluya una o dos veces por semana el uso de mascarillas hidratantes, que recarguen la piel de nutrientes y de energía. “Invertir en la piel y en productos hidratantes es el secreto”, matiza.

A los 40: sombras demasiado oscuras

Cuando estrenamos esta década, “el error más común es no cuidar al detalle la piel, prepararla anteriormente con una buena hidratación y una buena rutina de limpieza y cuidados para que la base de maquillaje se vea bonita”, explica Eva Escolano, quien sugiere además que “es hora de dejar de usar muchas sombras oscuras o de colores extravagantes y decantarte por probar un eyeliner que eleve mirada y dé un toque más favorecedor, así como dejar de utilizar tonos de labios muy aburridos y cambiarlos por corales y rojos que alegran el rostro”. Para Gisela Bosque uno de los errores más habituales es usar “bases de cobertura intensa y maquillaje en polvo, así como iluminadores con destellos o cargados de excesiva purpurina”.

Una vez más, nos da soluciones, que parten, como casi siempre de un tratamiento hidratante previo, siendo los mejores aliados el sérum y uno de los nuevos primer. A esta edad, “los tonos cálidos son perfectos, porque suavizan y un colorete de tonalidad melocotón o rosa (en crema o líquido) es perfecto”. Así, recomienda recurrir a las bases con tonos de fondo amarillos y dorados, que hacen que la piel parezca más joven. “Esto es porque los capilares rotos también empiezan a aparecer con más frecuencia en una piel que está envejeciendo y los tonos amarillos y dorados pueden equilibrar esas rojeces”, concluye.

De los 50 en adelante: huye del 'contouring' y las sombras brillantes

A partir de ese momento, “el abuso del contouring pasa a ser el peor enemigo”, en opinión de Eva Escolano. “Los ángulos del rostro parecen mucho más hundidos y eso no beneficia. Además, hay que huir de las sombras muy brillantes, ya que marcan párpados con arrugas, y de un corrector demasiado espeso, que marca las patas de gallo; mejor bases ligeras con iluminadores y poco polvo”. Para la maquilladora de Sephora, “las bases de cobertura intensa acentúan el relieve del rostro. Los polvos destacan las arrugas o líneas de expresión y las bases nacaradas hacen que la piel parezca mayor… ¡menos es más!”. Su propuesta es desmaquillar y limpiar bien la piel, aplicar sérum y crema de día hidratante, el uso de las prebases o primers, o dependiendo del estilo de cada persona, las BB Cream pueden ser un gran aliado. Y los iluminadores, siempre líquidos.

En opinión de Marta Masi, “intentar disimular el envejecimiento a través del maquillaje es algo natural, pero hay que saber cómo hacerlo. Envejecer no es malo, hay que aceptar en qué momento de la vida estamos y sentirnos bien con ello. Lo mejor es intentar prevenir ese envejecimiento utilizando productos adecuados y de calidad desde la juventud y no intentando taparlos con exceso de maquillaje cuando ya están ahí. Por tanto, el uso de un maquillaje natural sería mucho más idóneo que intentar tapar y tapar”.