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En plena temporada de alfombras rojas, Emma Stone ha decidido darle un giro a su look. La actriz de La La Land, que presumía en sus últimas apariciones de su melena dorada strawberry blonde, aparecía en la entrega de los Producers Guild Awards en Beverly Hills con un tono mucho más oscuro del que nos tiene acostumbrados, que contrastaba aún más con el vestido amarillo de Louis Vuitton que eligió para la ocasión. Lejos queda ya su característico color, que la convertía por méritos propios en una de las pelirrojas de Hollywood (cierto es que es su imagen más icónica, con su melena rojiza, que encaja a la perfección con su piel blanca y sus pecas naturales, pero en realidad su pelo natural es rubio). La intérprete demuestra, una vez más, que no tiene miedo a cambiar de look, y la hemos visto, a lo largo de su carrera, pasando del platino al castaño oscuro. Camaleónica como pocas, no es la primera vez que se atreve con un matiz tan intenso como el actual. Precisamente la actriz ha decidido abandonar el pelirrojo cuando muchas de sus compañeras de profesión han decidido 'pasarse al rojo', como es el caso de Kate Bosworth o Anne Hathaway.
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Así, acudía con la melena recogida, ligeramente ondulada y volcada hacia uno de los lados del rostro. A lo que no renunciaba es a otra de sus señas de identidad beauty: los labios en un intenso tono coral. No sabemos si este cambio en el color de su cabello se debe a exigencias del guion, debido a algún nuevo compromiso profesional. No sería la primera vez que la agenda marca su nuevo cambio de look, pues en el año 2010, la actriz tuvo que teñirse de rubia para interpretar su papel en Spiderman, y más recientemente, en este caso por el rodaje de su próxima serie de Netflix, Maniac, la veíamos con extensiones y la melena platino.
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