Por qué Beyoncé no tiene prisa en recuperar su talla tras el embarazo

La diva del 'pop' asegura que no quiere presionarse por volver a estar en forma, tal y como hizo después de dar a luz a Blue Ivy

Por Mariana Chacón

A parte de su faceta como ídolo de masas y de ser una de las reinas de las redes sociales – con permiso de Selena Gomez y Kim Kardashian – Beyoncé también es madre de tres pequeños: Blue Ivy y los mellizos Sir y Rumi. La diferencia de edad entre los niños es de cinco años y, en ese tiempo, mucho ha cambiado la actitud de la estrella con respecto a la recuperación postparto. Como recoge la BBC, la estadounidense se ha pronunciado recientemente sobre la presión a la que se sometió tras su primer embarazo para volver a ponerse en forma y el cambio de mentalidad con el que ha afrontado su segunda experiencia. El nuevo movimiento que propone desterrar los cánones de belleza imposibles suma otra celebrity cuyo alegato se une al poderoso mensaje de Candice Swanepoel o a la honestidad con la que habla Kylie Jenner sobre su cuerpo tras el parto de Stormi.  

“Me presioné para perder los kilos del embarazo en tres meses y programé una pequeña gira para asegurarme de que lo hacía”. Así confiesa Beyoncé la forma en la que afrontó el postparto de la pequeña Blue Ivy y añade que, visto con perspectiva, piensa en esa decisión como una locura. Ahora, su discurso es muy diferente y aunque haya pasado casi un año desde el nacimiento de sus mellizos, celebra sus curvas como algo natural tras un embarazo: “A día de hoy mis brazos, hombros, pechos y muslos son más grandes. Tengo una pequeña barriga de mamá y no siento prisa por deshacerme de ella. Creo que es real”.

 

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Eso sí, la diva asegura que no descarta el volver a recuperar su antigua figura: “Cuando me sienta preparada para recuperar la tableta de chocolate, me pondré en ‘modo bestia’ y trabajaré muy duro para obtenerla”. Así se toma la artista las consecuencias físicas de la maternidad, como un proceso en el que disfrutar de la nueva etapa sin añadir presiones extra a la ecuación y en el que no hay que sentirse culpable si se abandonan momentáneamente las sesiones en el gimnasio. Con la suma de la reina del pop a la causa, parece que comienza una nueva era en la que las madres ya no sentirán la urgencia de perder peso en tiempo récord.