Parece que Kim Kardashian lo ha vuelto a hacer: un nuevo cambio de look en menos de dos meses con el que su melena XL se transformaría en un favorecedor long bob a la altura de los hombros, igual al que ya lució en la gala Met de 2017 (en la imagen superior). Como es poco habitual que Kardashian no anuncie por todo lo alto este tipo de decisiones estéticas, parecía que su larga cabellera seguía en su sitio hasta que dos de sus estilistas de cabecera – Justine Marjan y Ashley K. Holm – han reavivado el fuego con instantáneas de la celebrity en las que vuelve a aparecer al más puro estilo francés. Sin embargo, pocos días después la celebrity ha vuelto a sembrar la duda con un pelo extra largo recogido en una coleta alta en la Gala Met de este año. Sea o no una peluca, seguro que la media melena de Kim influye en las tendencias de este verano, y Eduardo Sánchez, director de la Maison Eduardo Sánchez, explica todas las claves con las que conseguirla.
“Es un cambio muy acertado, me encanta, le aporta muchísima elegancia y ese toque tan chic de los cabellos rectos a la altura de los hombros”, confiesa el especialista. Además, la altura que ha elegido le permite no renunciar a los recogidos y experimentar con diferentes peinados como las ondas o el acabado ultra liso. Otra de las particularidades del corte es su ligera inclinación con una longitud algo mayor en los mechones delanteros: “Es una gran elección porque estiliza sus rasgos y le da un aire muy francés”.
En cuanto al color, esta vez no ha optado por cambios drásticos y ha sido fiel al castaño oscuro al que regresó después de una temporada de rubia platino o con la melena rosa, elección que aplaude el experto: “Lo que más le favorece a Kim Kardashian es una melena en tonos oscuros. El cabello castaño oscuro es el que mejor encaja con sus facciones y con el color de su piel y de sus ojos”. Una particularidad del trabajo de coloración de la socialité es que probablemente se haya jugado con diferentes tonos para aportar profundidad a sus facciones: “Por la forma en que la luz incide sobre el cabello, intuyo que hay un doble trabajo de color, una base castaña y sobre ella reflejos en marrón chocolate en el contorno del rostro para resaltar toda su belleza”, concluye Eduardo Sánchez.
