Por qué la celulitis de Bella Hadid no debería ser motivo de debate

Unas fotos de la modelo en bikini revolucionan las redes convirtiéndola en víctima del 'body shaming'

Por María Muñiz

No es la primera ni la última. Las mujeres en general y las más influyentes en particular, continuan siendo motivo de debate siempre que los cánones de belleza las alejan de la perfección para acercarlas a la realidad. Al igual que Rihanna, Demi Lovato, Selena Gomez -quien se revelaba hace poco contra la obsesión por el físico-, la modelo Bella Hadid ha sido objeto de críticas tras publicarse unas fotos en bikini en las que se aprecia que, como todas nosotras, también tiene celulitis y estrías. El ángel de Victoria’s Secret, que siempre ha sido aclamada por su belleza tanto dentro como fuera de la pasarela, se encontraba disfrutando de unos días de sol y playa en Miami cuando varias fotos han dado la vuelta al mundo creando un auténtico revuelo. La razón: en ellas puede verse que Bella, como tantas otras mujeres, tiene celulitis. Sin embargo, estas imágenes no tendrían que ser motivo de debate. ¿Acaso la sociedad no reclama cada vez más que las modelos sean un fiel reflejo de la realidad?

VER GALERÍA

Como bien decía hace poco otra compañera de profesión de Bella, Irina Shayk, “Todos deberíamos amar nuestros cuerpos tal y como son”. Con esta afirmación, la top se unía a la larga lista de celebrities que ha defendido la diversidad de todo tipo de cuerpos alejados de las anatomías perfectas que durante décadas se defendieron en la industria del cine y de la moda. Por esto y por varias razones, la celulitis de la pequeña de las hermanas Hadid (y la de ninguna mujer) no debería ser mirada con lupa.

VER GALERÍA

1. Porque 9 de cada 10 mujeres en el mundo tienen celulitis 

Y no es una cuestión de kilos o de edad. De hecho, según afirma la doctora Mercedes Saenz de Santamaría, “es un problema realmente prevalente que se estima que afecta en torno al 85% de la población femenina mundial”. A pesar de todo lo que hayamos podido escuchar sobre la celulitis y contra todo lo que pueda creerse, la celulitis no es selectiva sino que se debe a varios factores como la calidad de la piel, la genética y el hecho de ser mujer. 

2. Porque no siempre es sinónimo de no cuidarse

Bella Hadid es el ejemplo de ello. Seguir una dieta equilibrada, sin excesos de sal ni grasas, rica en fibra y que incluya fruta, sobre todo la que contenga vitamina C, es básico en aquellas personas que quieren prevenirla. Algo que saben las modelos. En su caso Bella practica ejercicios como el kickboxing, running en la cinta y sigue las pautas de una alimentación sana, sin alcohol, azúcares refinados o los refrescos, incluyendo también agua con limón. Todos pasos esenciales a tener en cuenta para combatir la celulitis desde el minuto uno. Eso sí, no cuidarse pasa factura. Tal y como afirma la dermatóloga del Grupo de Dermatología Pedro Jaén, existen ciertos factores que pueden empeorarla: “la falta de descanso nocturno, el estrés, el sedentarismo, la presencia de una alimentación no equilibrada y el llevar prendas de ropa demasiado ajustada”, entre otros. 

3. Porque puede reducirse pero nunca desaparece del todo 

Aunque actualmente existen tratamientos revolucionarios que aseguran resultados en una sesión, como la Cellfina, y la cosmética cada vez más avanzada nos sirve de coayudante, la lucha contra la antiestética piel de naranja no siempre es una batalla conseguida. Cada cuerpo es un mundo. La celulitis en muchos casos es crónica, por lo tanto, nunca desaparece al cien por cien, y una vez se manifiesta sólo queda la opción de disimularla. Así, teniendo en cuenta siempre el tipo de celulitis (edematosa, blanda, dura...) y junto a tratamientos en cabina, en casa y siguiendo buenos hábitos, se puede camuflar o prevenir de forma efectiva. ¡Pero no hay que obsesionarse ni fijarse en otros cuerpos! La piel lisa de las modelos de la talla de las Victoria's Secret, en la pasarela también es resultado de técnicas de maquillaje profesionales como el body contouring. Asi que el mejor punto de partida es ser realistas y comenzar por la aceptación para conseguir resultados sin esperar milagros.