'Quiero decir adiós a los kilos de más, ¿a qué profesional debo recurrir?'

Toma nota de los profesionales que pueden echarte una mano a la hora de perder peso en la 'operación bikini'

Por hola.com

“La alimentación forma parte de nuestra salud. Por tanto, al igual que cuando nos duele una muela acudimos al especialista en esta materia, el dentista, cuando se trata de pérdida de peso, debemos ponernos en manos de un profesional cualificado, el nutricionista”, nos explica Marta Gámez, directora técnica del Grupo NC Salud. Así de sencillo. Y así de complicado si tenemos en cuenta que un buen porcentaje de la población no se pone en manos expertas cuando decide dar el pistoletazo de salida a la 'operación bikini'.

Pero no sólo está implicado en este proceso un nutricionista. “Además, las acciones nutricionales en coordinación con otras áreas profesionales de la salud (abordaje multidisciplinar) son la mejor elección, puesto que es la estrategia más eficaz y la que más protege nuestra salud”, añade. Por eso, puedes tener que recurrir a otros profesionales, cuyo asesoramiento será muy positivo y sumará a la hora de alcanzar el objetivo de forma segura y efectiva. ¿Quiénes son?

Nutricionista. Como bien decíamos, este profesional es el eslabón principal de la cadena a la hora de emprender una rutina dietética saludable, pues se encarga de la adaptación de la misma a las necesidades antropométricas de nuestro organismo, hábitos de vida diarios, situación de salud, edad y gustos. Además, el nutricionista realiza un seguimiento periódico del paciente para ir avanzando hacia las metas fijadas y actúa como un punto de apoyo que no solo guía y motiva a lo largo de todo el proceso, sino que enseña trucos y consejos más allá de la pérdida de kilos, para mostrar hábitos alimenticios saludables que aplicar una vez se haya conseguido el objetivo de peso.

Médico. Cuando queremos cuidar nuestra salud y alimentación, nos surgen dudas médicas. Es importante recurrir a este experto cuando padecemos algún tipo de patología médica para comunicarle nuestro deseo de pérdida de peso, de modo que pueda orientarnos sobre las posibles restricciones alimentarias que debemos tener en cuenta, y que debemos necesariamente comunicar a nuestro nutricionista para que nos proporcione una dieta adaptada a las mismas. Igualmente, si vamos a realizar algún tipo de actividad física, es importante que nuestro médico lo conozca para que nos indique las restricciones deportivas que debemos cumplir si padecemos o hemos padecido alguna lesión.

Personal trainer. Alimentación y deporte van de la mano cuando se trata de adoptar hábitos de vida saludables. Así pues, es importante tener en cuenta que todo proceso de pérdida de peso, además de venir marcado por lo que comemos, también lo hace por la actividad física que realizamos en nuestro día a día. Consultar con un experto en acondicionamiento físico es esencial, pues nos ayudará a encontrar los ejercicios que mejor ayuden a nuestro organismo a metabolizar y quemar las grasas, adaptados a nuestra edad y condiciones de salud.

Y además...
Si el abordaje es totalmente multidisciplinar, puedes tener que recurrir a dos figuras más. Una de ellas es el terapeuta, pues cuando nos embarcamos en una experiencia de control de peso, podemos atravesar momentos de ansiedad y decaimiento que nos lleven a plantearnos o, directamente a poner fin, a la dieta que estamos siguiendo. En estos casos, podemos necesitar del apoyo de un psicólogo que nos ayude a sentirnos mejor y nos de las claves para mantenernos vitales y positivos en el camino hacia el bienestar alimentario. ¿Y la otra? Un experto en cocina puede también echarte una mano. Cuando decidimos controlar nuestro peso, no solo es importante conocer los alimentos que nos ayudarán en ese proceso, sino la forma de cocinarlos para tomar platos saludables que nos ayuden a alcanzar el objetivo y a mantenerlo en el tiempo. Existen muchas empresas y páginas web que muestran recetas y trucos sencillos que nos ayudarán a comer de forma sabrosa, a la par que beneficiosa para nuestro organismo, sin que nuestro paladar note el cambio, demostrando que comer sano no está reñido con los platos repetitivos e insípidos, y tampoco con pasar hambre.