Los secretos de un baño relajante

Todo lo que necesitas saber para hacer del baño una experiencia renovadora y única.

Por hola.com

Resulta de perogrullo afirmar que para darse un buen baño basta con una bañera y agua, ¿verdad? Cierto, pero partiendo de esos dos elementos, se puede variar el carácter y efecto del baño a voluntad.
Transformar un simple ritual de limpieza en un auténtico momento de descanso es sencillo, y puede ser incluso un excelente preludio para el sueño, especialmente en personas con dificultades para dormir.
El agua ha de estar a unos 38ª, sólo un poco por encima de la temperatura corporal. Tanto si está muy fría como extremadamente caliente provoca el efecto contrario, estimulando el sistema nervioso. La duración del baño no debe exceder los diez minutos.
Aproveche ese tiempo para descansar no sólo el cuerpo, sino también la mente, ocupándola con pensamientos que le resulten agradables. La temperatura de la habitación debe resultar cálida y confortable, y no se olvide de tener toallas o un albornoz a mano. No descarte disfrutar de una infusión de hierbas relajantes, como la tila, aunque siempre en taza de material irrompible para evitar accidentes.
Añada al agua unas gotas de aceite esencial de una planta de efecto calmante, como la lavanda. Salga de la bañera poco a poco para no marearse, sin levantarse nunca de forma brusca, y déjese llevar por el relax que invadirá su cuerpo.