Jane Fonda y Rafa Nadal se dejan seducir por la cosmética

La veterana actriz es la nueva imagen de L'Oréal Paris, mientras que el tenista pone el rostro a un aroma del grupo Puig

Por hola.com

Suma y sigue. La lista de actrices que se convierten en rostro de productos cosméticos no para de crecer. Y no sólo para promocionar fragancias, gamas de maquillaje o productos capilares: también para ser embajadoras de productos antiedad. Para ello, las firmas apuestan por mujeres que están viviendo una segunda juventud y que pueden presumir de un rostro de lujo a pesar del paso de los años. Si el ejemplo más reciente era el de Sharon Stone, nueva imagen de la gama antiedad de Dior, ahora nos encontramos con la noticia de que la veterana actriz Jane Fonda ha llegado a un acuerdo con la firma L’Oréal Paris para convertirse en su embajadora, en concreto de su Age Re-Perfect Pro-Calcium, un tratamiento facial formulado para las mujeres de más de 60 años.

La actriz es la mejor prueba de que la belleza no se acaba a los 40, y ni tan siquiera a los 50, pues con 68 años, Jane Fonda está más espléndida que nunca. Para ella, como para miles de mujeres, ya no existe "la tercera edad" sino lo que ella misma denomina "su tercer acto".

La carismática actriz ha sido elegida por la firma por encarnar a la perfección a la nueva mujer madura a partir de 60 años, que busca un cuidado adaptado a sus necesidades.

Pero si la experiencia es un grado, también se valora la juventud y, así, el mismo día que conocemos el fichaje de la actriz, también salta a la palestra que el tenista Rafael Nadal se ha convertido en la imagen de un nuevo aroma de la firma Puig. El deportista español, que está viviendo uno de sus mejores momentos profesionales, se convierte en la imagen de Sport Man Pro. Toma así el relevo de otros deportistas, como los futbolistas Raúl o Guardiola y los pilotos Alex Crivillé y Carlos Checa, que ya fueron imagen del aroma del grupo Puig en años anteriores. Nadal es el protagonista de toda la campaña, tanto, que la fragancia incluye en su interior un póster recortable con la imagen del tenista y las cinco reglas básicas, firmadas por él, para ser un buen deportista.

Dos estilos muy dispares, pero la mejor muestra de la veteranía y la más rabiosa juventud unidas por la cosmética.