Judit Mascó

Por hola.com

Su belleza y, sobre todo, la serenidad que transmite, han convertido a Judit Mascó en una de las modelos con más éxito de nuestro país. Madre de dos hijas pequeñas, ha ralentizado su otrora frenético ritmo de trabajo a favor de su vida personal. Como ella explica, "lo más importante para estar guapa es sentirse tranquila y no pasar agobios".

  • Su piel. No se salta nunca el desmaquillado, que realiza con jabón de avena de farmacia, cuidado que completa con el uso de una hidratante. Le gusta cambiar de marcas de vez en cuando, aunque prefiere las fórmulas más untuosas para el invierno y fluidos ligeros para el verano. Judith Mascó se regala dos limpiezas faciales al año: una en verano, para preparar la piel y conseguir un bronceado más uniforme, y otra en invierno.
  • Su maquillaje. No recomienda maquillarse mucho a diario. Ella usa sólo un toque de colorete rosado y un poco de brillo de labios transparente para salir a la calle. Le gusta tomarse su tiempo para maquillarse para las ocasiones especiales. Ha aprendido mucho de su colaboración con los mejores maquilladores, y reconoce tener buena mano para sacar el máximo partido de su rostro.
  • Su melena. No le gusta dedicar demasiado tiempo a su pelo. A menudo, pide que le recorten las puntas en las sesiones de fotos. Tras llevar el cabello muy rubio durante muchos años, decidió dejar de ser esclava de su pelo volviendo a su color natural. Actualmente, sólo acude a la peluquería cada cuatro meses para un retoque de mechas, que elige muy suaves y discretas.
  • En forma. Intenta hacer ejercicio al menos tres veces por semana. Reconoce que, con el paso de los años, su cuerpo ha cambiado, y si bien a los dieciocho no le hacía falta la gimnasia para estar en forma, ahora debe esforzarse algo más. Recomienda encarecidamente el ejercicio: "Lo más importante es su efecto no sólo sobre la figura, sino también sobre el estado de ánimo y la salud".
  • Relajación. Practica tai chi una vez por semana, y cuando se siente muy estresada o nerviosa, hace ejercicios de relajación y respiración.
  • Su dieta. Come de todo, pero siempre con moderación. No renuncia a tomar postre o chocolate, si así le apetece, aunque procura llevar una alimentación sana. En los restaurantes, pide platos ligeros. En casa, le gusta preparar platos sencillos y nutritivos, como carne o pescado a la plancha, acompañados por una buena ensalada. Su desayuno favorito consiste en una buena rebanada de pan integral con aceite de oliva virgen, tomate y jamón serrano.