Todo el grupo Estée Lauder piensa en rosa (el color que simboliza el apoyo a la lucha contra el cáncer de pecho, simbolizado por un lazo de este color). Así, los beneficios obtenidos por la venta de diversas ediciones limitadas de productos de las marcas Estée Lauder (que ha puesto en venta su GlossPink Ribbon ), Clinique o Bobbi Brown se destinarán también a esta causa.
Además, como sucede desde hace tres años durante el mes de octubre, el mundo se teñirá de color de rosa gracias al esfuerzo de la firma, que procede a la iluminación de diferentes edificios emblemáticos a lo largo de todo el mundo, en una campaña en la que Evelyn Lauder, vicepresidenta de la compañía, está implicada personalmente. El Empire State Building, las Cataratas del Niágara, la Torre de Pisa, el Ponte Vecchio en Florencia o la Plaza de la Concordia en París, volverán a lucir sus mejores galas, en un espectáculo colorista a la vez que solidario.
La compañía además se encarga de la distribución de lazos rosas y folletos informativos en todos los stands de las firmas de la marca. Y este año, se suma una nueva fuente de ingresos: hace unos días Evelyn Lauder, acompañada por Liz Hurley, presentó un libro de fotografía, An Eye for Beauty, y una parte de sus beneficios (los correspondientes a los derechos de autor) irán también destinados a la fundación.
