La movilización de policías y fuerzas de seguridad del estado era enorme el pasado día 24 en Copenhague. ¿El motivo? Un ruido sospechoso que podía ser el de un artefacto explosivo. Nada más lejos de la realidad. La culpable del sonido era la máquina depiladora de la esposa del primer ministro finés, Paavo Lipponen.
La casualidad quiso que esta máquina se pusiera en marcha dentro de la maleta cuando ésta era transportada en un coche oficial, junto con las de otros mandatarios que acudieron a la Cumbre Euro-asiática de Jefes de Gobierno celebrada en la capital danesa. El conductor del coche oyó un extraño sonido y no dudó en avisar a la policía inmediatamente.
La sorpresa llegó cuando la policía consiguió identificar a la propietaria de la maleta. Tras descartarse la posibilidad de que se tratara de una bomba, la esposa del político abrió su equipaje, mostró el contenido de la maleta y ¡vaya sorpresa! Una sencilla máquina para eliminar el antiestético vello había levantado ella solita todo el alboroto, que llegó a movilizar a más de 4.000 agentes. Afortunadamente, todo quedó en un susto... estético.
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