La eterna juventud de Michelle Pfeiffer

La actriz confiesa que odia el yoga y se reconoce una adicta al método Pilates

Por hola.com

Si realmente existiera el elixir de la eterna juventud, probablemente lo encontraríamos en el neceser de Michelle Pfeiffer. Los años no parecen pasar por esta actriz que, a sus 43 años, sigue espléndida. Los que la conocen dicen que parece más joven en persona que en la gran pantalla. Siempre elegante, la actriz posee una belleza soberbia, que ha conquistado multitud de corazones. Tal vez el único reflejo del tiempo en la actriz es su necesidad de llevar gafas que, como no podía ser de otra manera, incluso le favorecen!

Michelle tiene sus secretos para mantenerse así de guapa, aunque reconoce que es más duro conseguirlo a medida que se hace mayor. "Mi régimen y mis cuidados son un poco más complejos que antes. Cuando era más joven, no paraba de beber Coca-Cola, fumaba cigarrillos y bebía mucho café; ésa era mi forma de vida", explica. Michelle Pfeiffer reconoce que no hacía mucho ejercicio, pero que eso no le creaba ningún problema... entonces. "Ahora mismo no puedo hacerlo". "Cuando te haces mayor no te sientes igual de bien, no duermes igual... y llegas a la conclusión de que tienes que cuidarte más. Supongo que ahora me cuido más y mejor: ése es mi secreto".

Sorprende sin embargo su postura con respecto a una de las disciplinas más de moda en la actualidad: "Odio el yoga", afirma vehemente, dejando claro que nunca recurriría a esta disciplina para mantener su belleza, pese a que sean muchos sus adictos. Es además muy contundente en sus conclusiones y considera que es malo, pues no es conveniente que el cuerpo se doble de esa manera. "Olvidadlo. ¡No es natural!", apunta la veterana actriz.

Lo que sí que hace Pfeiffer para mantenerse en forma es dedicar un rato al día para correr y hacer estiramientos, y se confiesa adicta al método Pilates y al Feldenkrais, una disciplina que alivia tensiones musculares, potencia la flexibilidad y mejora las posturas.

La actriz admite, sin embargo, que ella es como todas las mujeres cuando pasan de los 40: "Hay días en los que me siento fabulosa, y otros sólo me gustaría meterme debajo de una roca".