La firma de cosmética británica se está planteando seriamente la posiblididad de la venta. La noticia ya se especuló hace unos meses, cuando comenzaron conversaciones con el grupo mexicano Omnilife. Finalmente el acuerdo no pareció llegar a buen puerto. Ahora, el directivo de la compañía Patrick Gournay ha anunciado que la empresa está en contacto con varias compañías interesadas.
No se han dado nombres, pero se baraja que, entre otras, pueden estar interesados el grupo Schroder Ventures y el gigante de la belleza Unilever. El grupo minorista cosmético Lush, especializado en la industria del jabón, ha sido la única empresa que sí ha confirmado su interés en entrar en The Body Shop. El director ejecutivo de Lush Andrew Gerrie ha descrito a la firma británica creada por Anita Roddick como "un negocio muy interesante".
Las noticias sobre la posible adquisición de la firma por parte de otra compañía acompañan precisamente a unos malos resultados económicos de The Body Shop durante la primera mitad del año, y más aún teniendo en cuenta que la compañía lleva acumulando pérdidas desde hace bastante tiempo: sus beneficios han caído de los 10 millones de dólares (cerca de 2.000 millones de pesetas) a aproximadamente unos 3,8 millones. Gournay atribuye estas pérdidas a la "situación general del mercado" y añade que los últimos sucesos trágicos acaecidos en América han incrementado la incertidumbre acerca de la estabilidad económica y la confianza de los consumidores.
Gournay reconoció que los resultados de la compañía para finales de año serán mejores y confirmó que se está trabajando para incrementar los beneficios. Por ello la empresa ha recuperado algunas de las líneas de productos más populares de la firma, lo que puede convertirse en un auténtico éxito. La compañía está planteándose renovar las tiendas del Reino Unido y lanzar una importante campaña de marketing.
Pionera en la cosmética natural La noticia de la venta supondría un necesario empuje para la compañía, pero también una cierta tristeza para los admiradores de Anita Roddick, el auténtico pilar de The Body Shop. Comenzó su andadura en 1976 y siempre ha basado su política de empresa en una filosofía ecologista, con su eje fundamental en los productos naturales. Conceptos como empresa responsable, comercio justo y respeto a los animales en los test cosméticos han sido la gran obra de Roddick.
Tras un éxito fuera de duda en los años 80, la siguente década fue dura para The Body Shop, que pronto empezó a ver cómo surgía competencia en el mundo de la cosmética natural. Las ventas cayeron y en 1998, Anita Roddick dejó su puesto ejecutivo en la compañía y se hizo con las riendas Patrick Gournay, manteniendo el matrimonio Roddick un 26% de las acciones. El objetivo era hacer rentable el negocio, pero por ahora, no se ha conseguido.
Es muy probable que sea la fundadora, auténtica "alma mater" de la firma, ante los rumores sobre posibles compradores, quien tenga que dar su aprobación a esta operación: sólo estaría dispuesta a negociar con compradores que tuvieran también un compromiso social y con el medio ambiente. Desde este punto de vista, es el Grupo Omnilife quien más se ajusta a este requisito.
Las noticias acerca de una posible compra han sido bien recibidas por los inversores en la bolsa y sus acciones han subido un 5%.
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