Inés Sastre

Por hola.com

Pasito a paso, sin necesidad de escándalos ni de grandes alharacas, se ha convertido en uno de los nombres (y los rostros) más conocidos del mundo. Desde que a los 13 años Inés Sastre fuera descubierta por Carlos Saura para El Dorado, tras verla en un anuncio de hamburguesas, su rostro ha fascinado tanto al mundo de la moda como al cine.
Se convirtió en la sucesora de Isabella Rossellini como imagen de los perfumes y tratamientos de Lancôme, y ha trabajado a las órdenes de directores de categoría como Antonioni o el propio Saura, sin que ello le haya impedido finalizar sus estudios en La Sorbona.
Actualmente, divide su tiempo entre Londres, París y Madrid, ciudad de la que echa de menos a su familia, pero donde echa de más el acoso de las cámaras. "No busco la fama, sino la felicidad personal", declaró la modelo en una reciente entrevista para ¡Hola!.

  • Su maquillaje. Cuando no está delante de las cámaras, Inés prefiere ir a cara lavada. Como mucho, usa una base de maquillaje, un toque de máscara de pestañas negra y un poco de brillo como Lip Brio de Lancôme en el tono Coco, un gloss transparente sin color.
  • Su truco. Uno de sus trucos es frotar sus labios con un cepillo de dientes antes de pintarlos, para adquirir una textura mucho más delicada.
  • En forma. Le encanta practicar deporte, especialmente golf y natación. Practica el primero siempre que puede, y el segundo lo realiza de forma regular en una piscina cercana a su domicilio. En sus frecuentes viajes, aprovecha siempre las instalaciones de los hoteles para hacer unos largos. La equitación es otra de sus grandes pasiones, aunque le resulta más difícil de llevar a cabo.
  • Su piel. Para cuidar su piel, usa Primordiale E de Lancôme a diario, una crema rica en vitamina E pura que lucha contra los radicales libres responsables del envejecimiento. Una vez a la semana, libera su cutis de células muertas con el peeling suave Exfoliance Doucer de la misma marca, seguido por una mascarilla hidratante o purificante, según las necesidades de la piel.
  • Su dieta. Echa siempre de menos la comida española (es una forofa de las angulas), pero también le encantan el sushi, típico plato japonés, las ensaladas y la pasta fresca. Prefiere el té al café y comienza cada jornada con un zumo de limón endulzado con miel para purificar el organismo.
  • El sol. Consciente de los efectos negativos del sol sobre la piel, procura broncearse siempre de forma gradual y con alta protección. Le encantan los productos solares de Lancôme por su filtro Mexoryl, que resguarda de los daños de la radiación ultravioleta B como de la A, así como por su contenido en vitamina E pura. Es gran partidaria de los autobronceadores, que le dan color a su piel sin necesidad de castigarla.
  • Su perfume. Se siente muy identificada con el aroma de Trésor de Lancôme, perfume del que es imagen. "Había recibido otras ofertas para dar rostro a una fragancia, pero no me convencían. Trésor gira en torno a la rosa, mi flor favorita, y lo siento muy cercano a mi personalidad".