Ponga en un cazo los dos litros de agua fría, las patatas peladas y cortadas en trozos grandes, las zanahorias bien lavadas, raspada la piel y cortadas en rodajas; la cebolla, el concentrado de tomate, la ramita de perejil, las tres cucharadas de aceite frito y por último la sal. Cuézalo durante una hora más o menos (según sean de duras las zanahorias). Si ve que el agua mengua, añádale agua fría para que tenga siempre el mismo volumen. Luego retírelo del fuego y quítele la ramita de perejil. Cuando esté templado, vaya pasándola por la batidora en tandas. Sírvalo con cubitos de pan frito, que le dará una nota crujiente que gustará mucho a los niños.
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