Beauty Gallery

Spring Street, 135. Nueva York

Por hola.com

¿Piensa que es imposible encontrar un auténtico oasis de calma y relajación en pleno corazón de Nueva York? La Beauty Gallery de Helena Rubinstein es ese lugar, uno de los centros de belleza más fascinantes de la Gran Manzana, donde el placer se convierte en la seña de identidad.

Lo primero que sorprende de este local enclavado en el Soho es su diseño: todo un universo de curvas, colores y cristales transparentes que llenan de luz cada rincón. El artífice es el arquitecto neoyorquino Naomi Leff.

El centro se divide en tres áreas: la de tratamientos faciales, la de maquillaje y el spa. En la primera de ellas se encuentran los mayores avances tecnológicos de la firma en este campo, empleados para el diagnóstico y para un tratamiento totalmente personalizado de cada caso. El alma mater de este proyecto es la doctora Karen Burke, una prestigiosa dermatóloga especializada en los problemas de la piel.

Sin duda, uno de los lugares más sorprendentes es el área de maquillaje, un auténtico teatro de color, donde se puede disfrutar con las últimas creaciones de Carlos Villalón, director artístico de Helena Rubinstein: un océano de rojos, marrones, amarillos, pasteles...

El cliente tiene ante sí toda la gama de colores y texturas de la marca, que puede probar con el asesoramiento de un equipo de maquilladores profesionales. Y puede elegir aquel producto que desee y llevarlo al Color Stations, donde tiene la opción de probarlo tranquilamente.

Y aún queda la auténtica joya: el spa. Si la belleza es una ciencia, el spa es todo un arte. Dotado con las últimas tecnologías, pero a la vez intimista, está ideado para el cuidado del rostro y el cuerpo, elevado a la categoría del placer. Las cabinas están mimadas hasta en el mínimo detalle. Cualquier esfuerzo es poco para hacer que la clienta se sienta como una reina.

Todo se completa con un salón vip y con pequeños jardines de interior, que contribuyen a aumentar la sensación de relajación del espacio.

Pero también en el spa de Helena Rubinstein piensan en las mujeres de hoy en día, que apenas tienen tiempo. Para ellas hay un lugar idóneo: el HR Express, que ofrece tratamientos de manicura, pedicura y facial en menos de una hora.