¿Por qué llevar un dieta alcalina?

Por hola.com

Actualmente se está hablando mucho de la importancia de una dieta alcalina y evitar todo lo que nos pueda provocar una acidificación de nuestro organismo. Es cierto que está demostrando que quien tiene un organismo ácido tiene más riesgo de sufrir arterioesclerosis, esclerosis múltiple, cáncer y enfermedad de Parkinson. También se relaciona con los problemas de hígado y riñones y enfermedades relacionadas con el aparato digestivo como el estómago, esófago y páncreas. Puede provocar la aparición antes de lo normal de artritis, reumatismo, fibromialgia y osteoporosis y hasta problemas de los más comunes en la piel como puede ser un eccema o infección por hongos.

Esto se debe a que el pH de nuestros líquidos, como puede ser la sangre, y de nuestro organismo es principalmente alcalino, es decir, con un pH de 7,35 – 7,45. Si estos valores están por debajo, podemos decir que estamos viviendo dentro del rango “síntoma –enfermedad”. El provocar una acidificación de nuestro cuerpo no solo puede deberse a la alimentación; sino que también lo causa el estrés y el aporte de sustancias tóxicas a nuestro organismo.

¿Cuáles son los beneficios de una dieta alcalina?

A parte de prevenir todas las enfermedades que acabo de nombrar, el llevar una dieta alcalina nos ayudará a bajar de peso con más facilidad y nos aportará múltiples beneficios como:

  • Tener un cutis joven y luminoso: debido al alto contenido en vitaminas, minerales y sustancias reparadoras que nos ayudan a eliminar toxinas y a recuperar los tejidos.
  • Mejora las digestiones, evita la acidez y regula la flora intestinal. 
  • Disminuye los niveles de colesterol
  • Nos aporta más energía

Los alimentos que se consideran más alcalinos son las verduras y la gran mayoría de las frutas, por lo que las dietas vegetarianas serían las ideales. Aunque tampoco hay que ser tan estrictos ni caer en modas abanderadas por las celebrities de turno. Con compensar y consumir más cantidad de alimentos alcalinos que ácidos puede ser suficiente como, por ejemplo, introducir un 70 % de alimentos alcalinos y un 30% ácidos. Y os preguntaréis, las frutas deberían ser ácidas ¿no? Pues no, realmente no son acidas, porque consideramos que un alimento es alcalino cuando no deja residuos después de la digestión, y este es el caso de las frutas.

¿Qué alimentos son ácidos y cuales alcalinos?

  • Muy alcalinos o alcalinizantes: espinacas, lentejas, almendras, aceite de oliva, piña, limón, tofu, brócoli, tomate crudo, melocotón…
  • Poco alcalinos o alcalinizantes: alcachofa, fresas, cebolla, plátano, manzana, quinoa, setas, zanahoria, puerro, cereza, naranja….
  • Poco ácidos o acidificantes: huevos, arroz y pasta integral, pescado, pan integral, queso tierno, garbanzos…
  • Muy ácidos o acidificantes: alcohol, azúcar, embutidos, chocolate, miel, dulces, gelatinas, harina, carne de ternera, sal refinada, zumos de frutas envasados…