Malú: "Puedes tener unos kilos de más pero si te sientes feliz nadie los va a ver"

Por hola.com

La cantante, a la que probablemente volvamos a ver esta temporada como jurado del conocido programa La Voz de Telecinco, ha accedido a hacer de nuestra ‘coach’ personal, esta vez en temas de fitness, aprovechando la presentación de la fragancia que lleva su nombre; Malú Live Love Music. Y es que la energía que derrocha sobre el escenario requiere de una excelente forma física, que, como nos cuenta en esta entrevista, consigue manteniendo una rutina diaria de ejercicio cardiovascular; pero también de una filosofía de vida de la que muchos deberíamos tomar nota. Por cierto, ¿sabías que antes de debutar en la escena musical se dedicó a la hípica llegando incluso a competir de forma profesional? ¡Una caja llena de sorpresas!



Una fragancia que nos invita a disfrutar la música y el amor a partes iguales… ¿Cuánto tiene de Malú esta fragancia?
Tener un perfume con mi nombre era algo que me apetecía muchísimo y, en cierto modo, refleja gran parte de mi personalidad. El resultado es una fragancia que llevaba tiempo buscando: fresca y con mucha personalidad, pero que no llega a saturar.

¿Eres de las que le gusta dar trucos de belleza o prefieres recibirlos?

No tengo muchos secretos de belleza, la verdad. Me parece que lo único que no paso por alto es aplicar mi crema hidratante por las mañanas después de salir de la ducha y la crema hidratante facial. Pero si una amiga necesita ayuda con algo en lo que yo pueda echarle una mano, sin pensarlo. Y, por supuesto, tampoco desaprovecho unos buenos consejos de belleza.

Modelos y conocidas actrices, como Elsa Pataky, han comenzado a desvelar sus métodos para estar en forma. ¿Cuál es el tuyo?

A parte de las dos horas y media aproximadamente que practico de show y que te puedo asegurar es un deporte cardiovascular bastante entretenido (risas), trato de hacer mínimo una hora diaria de cardio. Sólo me escapo si estoy de concierto. Para mí el ejercicio es muy importante y me encanta practicar cualquier tipo de deporte. Primero porque estás moviendo el corazón y eso es lo mejor que hay y, por otro lado, porque para mí el tener fondo encima de un escenario es vital.

¿Qué otros deportes practicas?
Hay mil historias divertidas en torno al deporte: un día te vas a jugar al tenis con amigos, otro a hacer senderismo, o a jugar al pádel… Puedes estar activo de mil maneras diferentes. Incluso caminar media horita al día es buenísimo porque te activa el metabolismo y te despeja.

¿Te van los deportes de riesgo?
Me gustan mucho. Además, durante mucho tiempo monté a caballo, saltaba y competía; pero, cuando arranqué mi carrera musical, me fui alejando porque, al final, corres el riesgo de sufrir una lesión. Lo mismo me ocurre con el esquí, que me encanta, pero conlleva ciertos riesgos físicos. Me parecería un poco irresponsable por mi parte y por eso antepongo el escenario.
Aunque tengo que decir que para mí estar encima de un caballo, saltar, entrenar…era algo maravilloso, de verdad.

¿Te atreverías a dar lecciones de cómo ponerte en forma en un libro?
¡Uy! Eso prefiero dejárselo a verdaderos profesionales. Lo único que sí puedo aportar y que a mí me ha funcionado es tratar de llevar una alimentación equilibrada y tratar de estar activa aunque sea caminando a diario y cambiar algunos hábitos como no tomar el ascensor para subir a un segundo piso.

¿Has probado el entrenamiento con electroestimulación del que tantas maravillas hablan?
He oído hablar muy bien sí, pero no he tenido tiempo material de probarlo… ¡Con una gira de 65 conciertos se hace muy complicado! (risas).

¿Cómo llevarías que un entrenador personal te pusiera a hacer flexiones recién levantada?
Lo han hecho, pero después de desayunar (risas). He hecho abdominales, flexiones, dominadas… Lo que me pidas, lo hago.

¿Prefieres entrenar sola o con entrenador personal?
Depende de las ganas que tenga. Siempre está bien contar con la ayuda de un entrenador que te ponga un poco las pilas y haga que te esfuerces más. Pero a veces es complicado sacar tiempo para ello. Al mío llevo casi el año entero sin verle. Mientras, voy improvisando con tablas de ejercicios que sé que me funcionan.

Tampoco podemos olvidarnos de disfrutar de aquello que hemos llamado siempre ‘la buena vida’: cañas, tapas, amigos… ¿A ti qué te hace feliz?
Todo en exceso es malo; tanto el exceso de la tapa con la cerveza como el exceso de entrenamiento. Hay que mantener un equilibrio. Entrenar y mantener tu cuerpo activo, segregar endorfinas que nos dan felicidad, liberar toxinas… Desde mi punto de vista es perfecto siempre que no se haga en exceso. Pero, por supuesto, irte un día de cañas con tus amigos y tapear también. Obsesionarse con el deporte también es una enfermedad, como obsesionarte por la comida …

Hubo un momento, cuando eras más joven, en el que sufriste mucho por tu imagen… ¿Cómo ha cambiado tu forma de ver las cosas? ¿Puede que lo único que necesitemos sea querernos un poco más?

Lo más importante es que uno se sienta bien consigo mismo. Es un ejercicio muy difícil de hacer porque es algo que está a la orden del día. Pero hay que tratar, por favor, de olvidarnos de los cánones estipulados de belleza. ¿Quién determina dónde está la belleza? ¿Qué determina eso? Cada persona debe establecer su propio canon de belleza. Hay que ser capaz de mirarte en el espejo y decir: “Esto me gusta de mí, lo voy a potenciar”. Pero siempre pensando en lo que nos hace sentir bien, no condicionados por lo que hayamos visto en una revista o en un programa de televisión. Puedes tener unos kilos de más pero si tú te sientes feliz, segura y orgullosa nadie los va a ver. Y si tienes unos de menos, exactamente lo mismo. El verdadero ejercicio que tienes que hacer es dejar de fijarte en otras mujeres y mirarte a ti misma; ver quiénes somos porque somos únicos y nunca seremos como otra persona. Jamás.

Presumes de llevar un estilo de vida calmado y saludable: levantarte con tiempo, desayunar tranquilamente, pasear al perro… Contágianos un poco de esa filosofía tuya para alejar las prisas y los agobios.

Sí, es cierto. Aunque me tenga que levantar tres horas antes, necesito desayunar y arrancar mi día tranquilamente. Prefiero dormir quizás un poquito menos pero tomármelo todo con un poquito más de calma. También me obligo a llevar un ritmo de vida activo e intentar superar la pereza o el cansancio, ya sea para pasear a mi perro o invitar a unos amigos a cenar a casa. Cuando toda la vorágine de trabajo acaba, suelo llevar una vida tranquila y, de hecho, bastante saludable… no bebo alcohol, hago comidas saludables… Pero, sobre todo, hago una vida normal.