3 cosas que deberías preguntarte antes de empezar a entrenar

¡Enhorabuena! Has tomado la buena decisión de incluir el deporte en tu día a día, pero... ¿lo has meditado bien?

Por hola.com


Antes de empezar, invierte un minuto y hazte estas tres preguntas:

¿De verdad quieres entrenar?

Puedes ahorrarte mucho dinero en cuotas de gimnasio y ropa si antes de empezar con todos esos gastos te paras unos minutos y tratas de preguntarte a ti misma si realmente te va a rentar hacer ese gasto. Y no me refiero a ir al gimnasio de vez en cuando, sino a ir con regularidad, al menos dos o tres veces a la semana.

Además del dinero, que si te lo puedes ahorrar mejor, también es importante que te lo preguntes para evitar futuras frustraciones. Cada vez que intentas ponerte en forma y abandonas, se desgasta tu fuerza de voluntad.

¿Cuál es el objetivo?

'Estar en forma' es un objetivo tan loable como impreciso. Dependiendo de tus condiciones iniciales tendrás que hacer una cosa u otra para llegar a estar en forma; así que en lugar de ponerte este inexacto objetivo, busca objetivos concretos: perder 5 cm de cintura, perder 2 kilos o correr durante una hora. Es preferible que comiences trabajando para ese fin que te has propuesto y no pierdas horas en gimnasio tratando de ponerte en forma.

Hay poca gente que aguante los primeros dos meses en el gimnasio si no van de la mano de un buen profesional que les fije un plan y que les guíe para conseguirlo. La ayuda de un profesional, sobre todo al principio, puede ser la diferencia entre el sí y el no, pues te ayudará a establecer unos objetivos coherentes y alcanzables.

¿De dónde voy a sacar el tiempo?

De acuerdo, has decidido que estás dispuesta a entrenar, que realmente estás dispuesta a hacer ese pequeño sacrificio dos o tres veces a la semana. También te has convencido de qué es lo que quieres conseguir en el gimnasio.
Ahora falta lo más difícil, hacerte un hueco a codazos en tu apretada agenda para dejar una horita libre. En este sentido no debes improvisar, porque fracasarás. Decide qué es aquello a lo que vas a renunciar para dejar hueco al entrenamiento. Y ten muy claro que no debes robar horas de sueño, más aún ahora que vas a entrenar, pues los descansos son más necesarios.

Solo cuando tengas la respuesta clara y contundente para estas tres preguntas, podrás decir que empiezas con más de la mitad del objetivo cumplido.