Comidas que adelgazan, agua que engorda, superalimentos que restan calorías e, incluso, años... Cuando se trata de perder unos kilos, algunas mujeres caen en un estado tal de desesperación que las lleva a creer a pies juntillas en cualquier solución que puedan ofrecerles las mil y una dietas milagro que pululan por la red. Sobra decir el peligro que esto conlleva para nuestra salud.
A mi consulta han venido algunas mujeres asegurándome que algunos alimentos tenían propiedades que os aseguro desconocía. Y realmente te aseguro que ellas no están intentando engañarme, ellas están seguras de lo que me dicen. Me resulta muy complicado convencerlas de que las dietas milagro no funcionan y de que la única alternativa buena es la de comer de manera sana y equilibrada. Me miran como diciendo: "Y, ¿para eso has estudiado una carrera?"
Su problema es siempre el mismo: la falta de constancia. Saben que no son constantes y por eso buscan el atajo, el milagro para adelgazar sin esfuerzo. En muchos casos, han comprado todos los artículos de teletienda; pero jamás las verás haciendo ejercicio.
Evidentemente, este tipo de comportamiento es bastante insensato, pues no es conveniente usar nuestro cuerpo como instrumento para contrastar cada una de las dietas y experimentos que campan por la red.
Mi consejo es que evites caer en sus redes y que, si quieres una dieta para ti, hecha a tu medida, sin riesgos, ponte en manos de un o una nutricionista con la titulación adecuada. Solo en ese caso contarás con un plan con garantías y con un menor esfuerzo.
Artículo escrito por Elena Navarro, diplomada en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Complutense de Madrid.
