¡Más energía, por favor!

Te damos las claves para dar más ritmo a la rutina diaria

Por hola.com

Seguro que te has visto en esta situación: llegas al final del día sin fuerzas y estás deseando meterte en la cama para descansar. ¿Te suena, verdad? No dejes que llegar al final de la jornada se te haga cuesta arriba: existen formas tan sanas como naturales para elevar tu nivel de energía y ayudarte a sentirte mucho mejor. ¿Quieres descubrirlas?

No te olvides del agua. Mucho antes de sentir sed, la deshidratación se manifiesta en forma de cansancio. Toma un vaso de agua en ayunas, nada más levantarte de la cama, y evita el café y los refrescos de cola, diuréticos que pueden dejarte deshidratada. Además, evita las bebidas azucaradas: nada como el agua pura, preferentemente entre comidas, para mantenerse en plena forma.

Corazón en forma. No existe mejor medicina que hacer un poco de ejercicio a diario. Caminar a buen paso, subir las escaleras a pie, bailar a pleno ritmo: incluso sólo diez minutos diarios de actividad ayudan a mejorar la circulación y poner en marcha el corazón.

Descansa a pierna suelta. Tendemos a robar horas de sueño a la jornada para cumplir con todos los compromisos de nuestra apretada agenda, pero de esta forma sólo conseguimos estar más cansados durante el día. Dormir bien es fundamental, por lo que no le robes horas al tiempo de descanso, y asegúrate una noche tranquila de reposo a diario para mejorar tu calidad de vida.

Buenas compañías. Contar con el apoyo de tus amigos, de tu familia o de tu pareja te dará más fuerza para enfrentarte a los retos diarios. Eso incluye dedicar atención y ocuparse de los seres queridos regularmente, ya que no se trata sólo de ser querido sino, sobre todo, de querer.

Alimentación variada. A nadie se le ocurriría poner gasolina a un coche diesel, ¿verdad? Igualmente, el cuerpo necesita el mejor combustible para funcionar a pleno rendimiento, y eso pasa por una dieta variada, donde no falte ningún nutriente, baja en grasa y rica en fibra y alimentos frescos.

Un buen reparto de comidas. Y, siguiendo con la alimentación, la dieta ideal se compone de cinco comidas: un desayuno completo, un tentempié a media mañana, una comida equilibrada, una merienda sensata y una cena ligera, ingerida al menos tres horas antes de ir a la cama. Ésta es una receta mucho más sana que hacer sólo dos comidas pesadas al día. Además, repartir el alimento en varias tomas ayuda a no engordar.

Ríe a pierna suelta. ¿Sabías que la risa es una excelente terapia y alivia el estrés al estimular la producción de endorfinas y de serotonina, las sustancias naturales responsables del buen humor y del bienestar? ¡No dudes en reírte!

Respira a pleno pulmón. ¿Te has fijado en que cuando estás enfadado, respiras de forma rápida y agitada? Si el estado de ánimo es capaz de variar el ritmo de la respiración, cambiar ese mismo ritmo influye igualmente en el estado de ánimo. Cuando te sientas estresado o agitado, respira hondo, de forma lenta y pausada: antes de dos minutos, te notarás más tranquilo.