Piedra sobre piedra

Cada vez son más demandados los tratamientos y masajes en los que se hace uso de este material

Por hola.com

Es una de las últimas tendencias en el mundo de la belleza y del relax: los masajes con piedras. Sí, no se sorprenda. La utilización de piedras (de basalto, volcánicas, de río...) calientes es una de las mayores novedades en masajes y terapias antiestrés, tanto que en Hollywood se ha puesto de moda y se ha convertido en uno de los tratamientos favoritos de famosas y famosos.

Ya se usaban como remedio casero en civilizaciones pasadas y ahora son uno de los tratamientos más demandados de decenas de spas. Aunque pueda sonarle extraño, un masaje de la cabeza a los pies realizado con este mineral puede convertirse en un auténtico placer para los sentidos, por lo que no es extraño que cada vez aparezcan más variedades de esta técnica. El objetivo de todos ellos es relajar la tensión muscular y activar ciertos puntos.

Pero, sea cual sea la modalidad, todas ellas tienen algo en común: las piedras son las protagonistas. Se usan pulidas y suaves, de diferentes tamaños y a distintas temperaturas, aprovechando así los beneficiosos efectos del calor y el frío en el organismo (pues su aplicación alterna estimula la circulación), y se colocan en puntos específicos del cuerpo, para que ayuden a incrementar la presión y a abrir los canales de energía. Algunos terapeutas incluso buscan sus propias piedras en ríos, lagos y bosques, según sus propias necesidades. Los especialistas han llegado a la conclusión de que este tratamiento puede resultar muy beneficioso para aquellas personas que necesitan aliviar dolencias musculares, ya que el deslizamiento de las piedras calientes sobre el cuerpo alivia instantáneamente.


Para realizar el tratamiento, se disponen una serie de piedras de ambas temperaturas, planas, sobre las que se coloca el cliente. Luego, se sitúan las piedras en diferentes zonas de su cuerpo y comienza el masaje, que combina la presión de las manos de la esteticista con los movimientos realizados con las piedras (en forma de ochos). Durante el tratamiento, además, se trabaja todo el cuerpo (incluidos el rostro y el cuello) y se emplean aceites esenciales. Y en la terapia geotermal, por ejemplo, se combina el masaje con piedras con la aromaterapia y con la cromoterapia. El resultado puede llegar a ser todo un deleite para los sentidos.