Funcionen o no, lo cierto es que la dietas se han convertido en las compañeras inseparables de muchas personas que, cuando los kilos de más aparecen, no dudan en recurrir a un régimen para perder peso. Las hay para todos los gustos y algunas están de boca en boca a todas horas por haber sido las elegidas por tal o cual famoso. Pero, eso sí, como en todos los ámbitos, unas se han ganado más fama que otras y tienen sus momentos de gloria. Vamos a profundizar en tres de las más conocidas, bien por sus controversias o por ser la última moda: la dieta Atkins, la macrobiótica y The Zone.
Dieta macrobiótica Gwyneth Paltrow es una de sus seguidoras, tanto, que ha llegado al extremo de llevarse su cocinero a alguno de sus rodajes, donde el ‘chef’ llega con su propio contenedor de frutas y verduras orgánicas.
Creada en Oriente e ideada por el japonés Geroge Oshawa, es, también, una filosofía de vida basada en el equilibrio. Comenzó a cobrar fama tras la segunda guerra mundial y busca, desde la alimentación, crear un equilibrio entre la naturaleza y el individuo.
Eminentemente vegetariana, se basa en los principios del ying y el yang. En estos dos grandes grupos se clasifican los alimentos (cereales integrales, -que se consideran yang- y las frutas y verduras -ying-) y se trata de buscar un equilibrio entre ambos para buscar la armonía. Lo cierto es que hay muchas interpretaciones de la dieta macrobiótica, sobre todo por la lectura que de ella se ha hecho en las culturas occidentales, pero, en líneas generales, se basa en la exclusión del azúcar blanco, de los alimentos refinados y tratados industrialmente, de la carne, de los embutidos, de los huevos, los lácteos, las bebidas alcohólicas, los dulces, el café, las grasas animales, las margarinas, la miel y las frutas tropicales entre otros.
Los alimentos básicos son los cereales integrales cocidos (arroz, avena, maíz...), las verduras (en sopa, de temporada, frescas o crudas) y las legumbres. Sólo ocasionalmente está permitido el pescado. Hay que destacar que presta una especial atención a la forma de preparar, cocer, hornear y combinar los alimentos, sobre todo los vegetales, para los cuales se prefiere la cocción al vapor.
Entre sus ventajas se encuentra el gran aporte de fibra. Y entre las desventajas, hay que tener en cuenta que se pierde masa muscular y, en las primeras fases, puede generar episodios de malnutrición.
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