Andando se hace camino ¡y se pierden kilos!

Caminar a diario puede ayudarle a perder peso y a mejorar su capacidad cardiovascular

Por hola.com

¿Sin tiempo para hacer deporte? ¿No tiene ningún gimnasio cerca? ¿Se siente mal pensando que debería practicar más ejercicio? Deje de buscar excusas: para ponerse en forma no hace falta gastar dinero en un caro equipamiento, ni dejarse el sueldo en una matrícula que luego no aprovecha. La respuesta la tiene a sus pies. Literalmente. Andar es un ejercicio sano, sencillo, al alcance de todos y que le puede ayudar a librarse de los kilos de más.

  • El único requisito para caminar es calzar un buen par de zapatos. Debe tener en cuenta que debe usar siempre calcetines para evitar rozaduras o ampollas.
  • Una de las ventajas de caminar es que puede ser practicado por todos, incluso por personas que no han hecho nunca ejercicio, que sufren de sobrepeso severo, que tienen poco tiempo o que, sencillamente, no son demasiado diestros. Por ejemplo, puede acudir al trabajo caminando y así integrar el fitness en su vida diaria.
  • Para obtener los beneficios cardiovasculares que proporciona caminar no basta con ir de tiendas o deambular tranquilamente: es importante que ande a un ritmo alto y constante durante veinte minutos ¡como mínimo! Se considera que el ritmo de una persona sana debe ser de unos cinco km/h, lo que equivale a unos doce minutos por kilómetro.
  • Para quemar grasa, es imprescindible realizar esos veinte minutos seguidos: no sirve si da dos paseos de diez minutos cada uno. El organismo no empieza a fundir las reservas de grasa hasta pasado ese tiempo. Además, si camina a diario, mejorará su capacidad cardiovascular, tonificará los músculos y estimulará el metabolismo basal, lo que le ayudará a perder peso casi sin darse cuenta.
  • Recuerde que la práctica de ejercicio moderado y regular es más eficaz para perder kilos que el deporte intensivo pero ocasional.
  • Si nunca ha hecho ejercicio y está totalmente fuera de forma, comience dando un paseo vigoroso tres veces por semana. A medida que se encuentre mejor, aumente la frecuencia hasta hacer una buena caminata diaria. Vaya aumentando el ritmo gradualmente, así como la duración del ejercicio. Para potenciar el esfuerzo cardiovascular, realice periodos más intensos durante dos o tres minutos, acelerando el paso o subiendo cuestas.
  • Caminar no sólo adelgaza: está demostrado que su práctica regular reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y la diabetes.