La modalidad más popular de entrenamiento personal es aquella realizada por los monitores de los grandes gimnasios, un servicio extra que ofrecen cada vez más centros. Por una cantidad extra al mes, un profesional dedica toda su atención al alumno, revisa cada uno de los ejercicios, optimiza el tiempo dedicado al mismo y evita que se cometan errores de postura.
Aquellas personas que no quieran o no puedan ir a un gimnasio cuentan con la cómoda opción del entrenador personal a domicilio. El monitor diseña un programa ideado para realizarse entre las cuatro paredes de casa, una opción ideal para aquellos que siempre se apuntan a un gimnasio, pagan la matrícula, y abandonan pocas semanas después.
El cyberfitness es una fórmula ideal para quienes vivan en lugares remotos. Comunicándose a través de la web, se puede requerir un programa de entrenamiento a medida, que se envía con dibujos o secuencias de vídeo para poder realizar los ejercicios.
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