En la imagen, Juan y Rocío, convertidos ya en marido y mujer, salen del templo en el que contrajeron matrimonio

Al finalizar la ceremonia, Juan de la Sierra y Rocío Caruncho posaron con los padrinos de la boda, los testigos y familiares en el interior de la iglesia

 

Rodeados de amigos y familiares, Juan de la Sierra, marqués de Urquijo, y Rocío Caruncho Fontela contrajeron matrimonio el pasado 31 de octubre en la madrileña iglesia de los Jerónimos.
Con un elegante chaqué, Juan de la Sierra llegó a la iglesia del brazo de Miriam que, para tan señalada ocasión, eligió un traje azul con falda de seda y chaqueta con bordados, diseñada por ella misma. La hija de los fallecidos marqueses de Urquijo estuvo sonriente y feliz, al lado de su hermano, aunque, sin duda, la emoción estuvo presente en más de un momento al recordar a su madre, trágicamente desaparecida.

Escasos minutos después del novio y, como manda la tradición, llegó la radiante novia, del brazo de su padre y padrino, Guillermo Caruncho. Rocío llamó la atención con un elegante traje color crema de corte clásico con una cola de más de tres metros, diseñado por Chus Basaldúa. Rocío lució para la ocasión una tiara de diamantes coronada con un zafiro a juego con los pendientes, que pertenece a la familia Urquijo, y el anillo de diamantes sobre oro blanco que le regaló Juan el día de la pedida.

Tras la ceremonia, el matrimonio y los invitados se trasladaron a la finca Las Jarillas, que fue propiedad de los marqueses de Montellano, donde en su día vivió y estudió el rey don Juan Carlos, entonces Príncipe de Asturias, a su llegada a España procedente de Portugal.

Prohibida su reproducción total o parcial. ©2006 Hola, S.A.