Pedro Almodóvar se fue a casa con las manos vacías. Su filme Dolor y Gloria estaba nominado a mejor película extranjera en los premios Oscar, y su protagonista, Antonio Banderas, también optaba a una estatuilla, la de mejor actor. Ninguno de los españoles consiguió el premio, pero eso no fue motivo para que no disfrutaran de la noche. Especialmente contento se encontraba el cineasta, que disfrutó en la alfombra roja de grandes reencuentros con Penélope Cruz o Salma Hayek. No perdió su buen talante después de la gala y se juntó con varios amigos, hizo alguno nuevo y posó para su hermano, Agustín Almodóvar, quien fue el encargado de retratar la noche del artista. Mientras tanto, en su ciudad de origen, Calzada de Calatrava, los vecinos se quedaban en vela para ver el resultado de los premios. Su familia también pedía el Oscar a seres superiores de una forma muy especial. Dale al play y no te lo pierdas.
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