Consigue trabajo pidiendo que lo 'rescaten'

Un joven gallego encuentra empleo después de una campaña en Internet en la que amenazaba con exiliarse

Por hola.com

Javier Silvestre

Pablo Pedrido, residente en Vigo desde pequeño y de tan sólo 23 años, lo tenía claro: "Quería trabajar de lo mío y no había manera así que decidí montar algo original aprovechando que todos los medios de comunicación hablaban del rescate y decidí que alguien me rescatase a mí". Con una inversión inicial de 28 euros para comprar el dominio www.rescataunespañol.com y dos semanas para perfilar la página web donde lanzaría su órdago a la grande: "O me ofrecían un trabajo antes de 30 días o me iba al extranjero a buscarme la vida", comenta a La Vanguardia este recién licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Vigo.

Pese a que la iniciativa corrió como la pólvora en redes sociales, las ofertas de trabajo "serias" no llegaron hasta el último día en el que Pablo recibió tres correos electrónicos con diferentes ofertas de trabajo. "Tenía muy claro que no iba a trabajar de cualquier cosa, ya puse en la web que no estaba dispuesto a cobrar el sueldo de un becario", recalca orgulloso. Y es que desde hace tres semanas, este joven gallego trabaja para la empresa Globally, donde se encarga de un departamento basado en las nuevas formas de relaciones públicas que generan las nuevas tecnologías. "Cobro un sueldo que no es astronómico pero que considero justo y estoy conociendo la empresa", nos confiesa Pablo, quien ha tenido que mudarse a vivir a Barcelona desde hace un mes.

Emigrar a Suiza

Después de tan sólo 8 meses buscando trabajo, Pablo se planteó seriamente irse a vivir fuera. "Mis padres me animaban y me decían que aunque en Suiza, donde yo nací, o Alemania me costaría más encontrar trabajo, siempre tendría más oportunidades que aquí", comenta el joven que admite que se dio de margen hasta final del verano para "tirar la toalla". Siendo el mayor de tres hermanos, no quería volver a trabajar como dependiente en un gran centro deportivo de su ciudad porque tenía "muy claro que iba a apostar por conseguir un trabajo de lo que había estudiado".

No fue hasta la que noticia apareció en medios locales que las ofertas más sólidas llegaron hasta su correo electrónico. Antes había recibido "decenas de mails" con propuestas pero ninguna era lo que yo buscaba. "A medida pasaban los días me iba desesperando", confiesa, "pero cuando ya estábamos mentalizados para irme a Suiza o Alemania llegaron las buenas noticias". Pablo recibió hasta tres ofertas y realizó dos entrevistas de trabajo. Así que al final incluso tuvo que decantarse por uno de los dos empleos que le habían ofertado.

"Al final me he tenido que emancipar y venir a vivir a Barcelona pero en casa estamos todos encantados", resume Pablo orgulloso. "Si me tuviese que ir al extranjero me iría, pero decidí innovar para quemar mi último cartucho y me salió bien", concluye el que podemos considerar el primer español rescatado, aunque sea por sus conciudadanos.


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