Roma. (dpa).- Atención a los turistas que vayan a visitar la Ciudad Eterna: ya no podrán comer un trozo de pizza sentados a la sombra de cualquiera de los monumentos del centro romano, pues se enfrentarán a una multa que va desde los 25 a los 500 euros.
El decreto del alcalde de Roma Gianni Alemanno, firmado el 1 de octubre y vigente hasta al 31 de diciembre, fue publicado ayer en la web del ayuntamiento. En él se prohíbe pararse a comer, beber o cualquier forma de acampada "en zonas de particular interés histórico, artístico y arquitectónico" del centro romano.
Según el decreto, estas restricciones son necesarias porque en las principales atracciones turísticas de la ciudad no se respetan "las normas más elementales de decoro urbano", pues "a menudo" la gente derrama bebida o tira comida en las plazas, escaleras o fuentes históricas.
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