Cristina Jolonch
"Tothom a taula". También podría ser "Fem bullir l'olla". Es lo que pretende la Fundació Institut Català de la Cuina, que ayer dio un nuevo impulso a su batalla para conseguir que la Unesco reconozca a la cocina tradicional catalana como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Ocho meses después de que presentaran el nuevo Corpus de la gastronomía catalana, y nuevamente acompañados por el presidente de la Generalitat, Artur Mas –esta vez en el Auditori del Palau de la Generalitat–, el objetivo era dar un paso más: anunciar oficialmente la candidatura catalana y presentar una campaña en la que quieren implicar a la administración, a los cocineros y hosteleros y al máximo de ciudadanos. Además de repasar los grandes momentos en la historia de la cocina catalana, ayer presentaron un denso plan de trabajo, en el que la investigación y la sensibilización serán los principales ingredientes. Con esta programación, tienen previsto elaborar el amplio dossier que deben tener listo para entregar a la Unesco el próximo año.
El apoyo de los grandes chefs favorecerá, sin duda, la candidatura. "La cocina moderna no existiría sin una cocina tradicional tan sólida como la catalana, por lo que sería fantástico que se consiguiera ese reconocimiento", comentó por teléfono Ferran Adrià. En la misma línea, se expresó Joan Roca, quien aseguró que "se reconozca o no como patrimonio de la humanidad, algo que a todos nos gustaría, está claro que la cocina catalana ha sido, es y será muy importante".
Carme Ruscalleda, de acuerdo con sus colegas, añadía que esta cocina "tiene unos grandes valores que vienen de muy lejos, y el patrimonio antiguo y moderno la convierte en un referente internacional de indiscutibles valores".
Pepa Aymamí, directora de la Fundació Institut Català, quiso sumar a la causa a los productores, destacando la importancia de las materias primas de calidad y proximidad, y señaló la implicación de administraciones públicas, universidades, escuelas de restauración y hostelería, escuelas de primaria y secundaria, los gremios y todos los particulares que quieran sumarse a la iniciativa de recopilar documentación. "Es un proyecto de país y es importante que nos involucremos y nos ilusionemos todos. La cocina catalana lo merece y es un patrimonio que debemos contribuir a preservar y difundir, porque conforma nuestra identidad como pueblo".
La campaña dará comienzo el próximo 19 de marzo, Diada de la Cuina Catalana, en que pretenden reunir en la plaza Sant Jaume al máximo de ciudadanos en torno a una colla de castellers que alzarán el cartel con el lema "Tothom a taula". Desde la invitación a apadrinar recetas (5 euros por plato, independientemente de los ingredientes o de la popularidad de estos) a la defensa de los productos de estación o las fiestas del calendario vinculadas a la gastronomía, una defensa que también hace la cocinera Fina Puigdevall, quien destaca el atractivo de poder, a través de la cocina, "sacralizar lo cotidiano y seguir el ciclo de las estaciones, que te ayuda a comprender mejor la naturaleza".
Todos los esfuerzos son válidos y sirven para sumar en la defensa de una tradición que, como recordaba Toni Massanés –impulsor del primer Corpus– hace unos meses, "no depende ni de la procedencia de los ingredientes del plato ni del origen de la receta ni de algo tan difícil de identificar como el carácter local. Depende –añadió Massanés– de que a lo largo de diversas generaciones un grupo de vecinos decidiera repetir la receta".
El apoyo de los chefs
Ferran Adrià. El Bulli Foundation
"La cocina moderna no existiría sin una cocina tradicional tan sólida como la catalana, por lo que sería fantástico que se consiguiera ese reconocimiento".
Carme Ruscalleda. Sant Pau
"Tiene unos grandes valores que vienen de muy lejos, y el patrimonio antiguo y moderno la convierte en un referente internacional de indiscutibles valores".
Joan Roca. El Celler de Can Roca
"Se reconozca o no como patrimonio de la humanidad, algo que a todos nos gustaría, está claro que la cocina catalana ha sido, es y será muy importante".
Fina Puigdevall. Les Cols
"La cocina te permite sacralizar lo cotidiano y seguir el ciclo de las estaciones, que te ayuda a comprender mejor la naturaleza".
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