La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha anunciado este miércoles un drástico "plan de choque" para ahorrar 1.815 millones de euros sobre los 8.616 millones presupuestados, lo que supone un recorte cercano al 20%.
En rueda de prensa, Cospedal ha explicado que el ahorro se va a dividir en una reducción del gasto por valor de 1.718 millones y un aumento de los ingresos de 97 millones y ha detallado algunas medidas como la venta de inmuebles, vehículos de la Comunidad o participación en empresas privadas. Para Cospedal, el plan contra el gasto corriente es "el mayor que se ha hecho nunca en toda España" e incluye un plan de ahorro temporal en algunas partidas. El objetivo es cumplir el objetivo de déficit de 1,3% que se permite a las comunidades autónomas.
La presidenta de Castilla-La Mancha ha sentenciado que el plan tiene como fin "proteger a los castellano-manchegos y su derecho a la sanidad y la educación pública y unos servicios de calidad", además de "defender el estado de bienestar" ante lo que ha calificado de la "ruina económica del anterior gobierno".
Cospedal ha insistido en la necesidad de estos recortes por la situación de "ruina" de las cuentas autonómicas con la que se ha encontrado el gobierno del PP. Según la presidenta y secretaria general del PP, el endeudamiento de la comunidad asciende a 7.455 millones de euros y las facturas impagadas suman 2.600 millones. Cospedal ha cifrado la liquidez con la que actualmente cuentan las arcas de Castilla-La Mancha en 36 millones de euros.
La presidenta también ha querido subrayar que el recorte se hará a "coste cero" para los ciudadanos de la comunidad, ya que, "no vamos a subir ni un solo euro de los impuestos de los castellano-manchegos". Aunque ha admitido que Castilla-La Mancha pasará un "tiempo limitado" de contención, Cospedal ha indicado que el plan era "el único posible para la creación de empleo y la salida de la crisis".
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