Cuando Fernando Verdasco ha llegado a la finca, tanto el anfitrión como los asistentes estaban ya sentados en la mesa para disfrutar de la comida, elaborada por los hermanos Sandoval, chefs propietarios de la finca. El tenista ha saludado muy cariñoso con un beso a Vargas Llosa, un gesto con el que queda patente la excelente relación que tienen