"Mi mujer las ha pasado canutas. Es muy complicado. Yo sé lo que es ir ahí todos los días por alguien que quieres. Vuelves a tu casa y te dan el parte por la noche, pero si no te llaman estás acojonado. Si te llaman tarde, esperas que te digan que se ha muerto. Tienes que tener la cabeza en su sitio para vivir eso", explicaba afectado Antonio Resines