En los años 80, Mila Ximénez comenzó a hacerse popular gracias a su relación con el tenista Manolo Santana. La pareja fijó su residencia en Marbella, ciudad que atravesaba entonces su etapa de máximo esplendor

Durante el tiempo que duró su matrimonio, la colaboradora de Sálvame tuvo una vida plena en la que, tal y como ella misma recordaba, no había lugar para las preocupaciones y su vida social era imparable

En varias ocasiones, Mila Ximénez y Manolo Santana protagonizaron excepcionales reportajes en ¡HOLA! en los que vimos su boda, el nacimiento de su hija Alba, la Primera Comunión de la niña...

Tras aquella etapa dorada en la Costa del Sol, Mila atravesó un momento delicado en el que tocó fondo y salió a flote nuevamente gracias al trabajo, que la ha convertido en una de las colaboradoras televisivas más queridas

De su relación con Manolo Santana nació Alba, quien ha sido el gran apoyo de Mila y también la gran alegría. Además, estaba encantada con sus dos nietos. A pesar de la unión de madre e hija, hubo un tiempo complicado en el que la periodista  tuvo que renunciar a la custodia de su única hija por su precariedad económica

En 1987, un año después de su separación, Mila terminó su etapa como colaboradora del programa que Encarna Sánchez tenía en cadena Cope. A raíz de ahi comenzaron unos años difíciles que cambiaron en 2003 con una nueva oportunidad laboral en Telecinco

¡HOLA! se hacía eco del bautizo de Alba, la única hija de Mila Ximénez y Manolo Santana

La portada de ¡HOLA! informó también de la ruptura entre Mila Ximénez y Manolo Santana