1/8Kiko Rivera ha disfrutado de unas vacaciones familiares en la costa de Cádiz. El DJ se ha tomado un respiro para desconectar del conflicto que mantiene con su madre y su tío Agustín desde finales de 2020 cuando decidió romper su silencio en Cantora, la herencia envenenada. En su última entrevista, el sevillano, de 38 años, reveló que había demandando a su tío Agustín "por estafa, apropiación indebida y otra cosa más". El proceso judicial comenzará en tan solo unos días, el próximo 8 de junio, y según ha explicado Kiko, su tío "hasta puede entrar en la cárcel". Son momentos complicados para el DJ y toda su familia, pero Kiko cuenta con el amor incondicional de su mujer, Irene Rosales. En esta imagen le vemos jugando con su hija pequeña, Carlota, que ya tiene tres años
Kiko Rivera ha disfrutado de unas vacaciones familiares en la costa de Cádiz. El DJ se ha tomado un respiro para desconectar del conflicto que mantiene con su madre y su tío Agustín desde finales de 2020 cuando decidió romper su silencio en Cantora, la herencia envenenada. En su última entrevista, el sevillano, de 38 años, reveló que había demandando a su tío Agustín "por estafa, apropiación indebida y otra cosa más". El proceso judicial comenzará en tan solo unos días, el próximo 8 de junio, y según ha explicado Kiko, su tío "hasta puede entrar en la cárcel". Son momentos complicados para el DJ y toda su familia, pero Kiko cuenta con el amor incondicional de su mujer, Irene Rosales. En esta imagen le vemos jugando con su hija pequeña, Carlota, que ya tiene tres años