4/9El primogénito de los Duques de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, por entonces futuro heredero del título, contrajo matrimonio con Matilde Solís-Beaumont y Martínez Campos, hija de los marqueses de Motilla, el 18 de junio de 1988. Una boda que se celebró con todo el boato que impone ser oficiada en el altar mayor de la Catedral de Sevilla, el mismo escenario donde sus padres, doña Cayetana Fitz-James Stuart y don Luis Martínez de Irujo, se habían casado el 14 de octubre de 1947, un privilegio que entonces sólo alcanzaban unos pocos por ser de sangre real o poseer cierto linaje aristocrático. Hasta ese día solo tres mujeres habían obtenido ese privilegio de abrir la gran reja de oro : Su Alteza Imperial doña Esperanza de Orleans-Braganza, Cayetana de Alba y Matilde Solís. Carlos lució el uniforme de gala de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, mientras Matilde, la novia, exhibía radiante su vestido nupcial, de organza natural y confeccionado con setenta metros de seda natural traída desde la India, obra de José María Cerezal y como complemento la tiara Rusa, de platino y diamantes, que Cayetana de Alba le prestó para el gran día. Tras la ceremonia, el convite, según una antigua tradición, corría a cargo de la familia de la novia, y se celebró en el Palacio de los Marqueses de Motilla.
Catedral de Sevilla y convite en el Palacio de los Marqueses de Motilla
El primogénito de los Duques de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, por entonces futuro heredero del título, contrajo matrimonio con Matilde Solís-Beaumont y Martínez Campos, hija de los marqueses de Motilla, el 18 de junio de 1988. Una boda que se celebró con todo el boato que impone ser oficiada en el altar mayor de la Catedral de Sevilla, el mismo escenario donde sus padres, doña Cayetana Fitz-James Stuart y don Luis Martínez de Irujo, se habían casado el 14 de octubre de 1947, un privilegio que entonces sólo alcanzaban unos pocos por ser de sangre real o poseer cierto linaje aristocrático. Hasta ese día solo tres mujeres habían obtenido ese privilegio de abrir la gran reja de oro : Su Alteza Imperial doña Esperanza de Orleans-Braganza, Cayetana de Alba y Matilde Solís. Carlos lució el uniforme de gala de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, mientras Matilde, la novia, exhibía radiante su vestido nupcial, de organza natural y confeccionado con setenta metros de seda natural traída desde la India, obra de José María Cerezal y como complemento la tiara Rusa, de platino y diamantes, que Cayetana de Alba le prestó para el gran día. Tras la ceremonia, el convite, según una antigua tradición, corría a cargo de la familia de la novia, y se celebró en el Palacio de los Marqueses de Motilla.