Ismael Beiro, ganador, 90 días en la casa

Han pasado exactamente 20 años desde que viéramos a un grupo de jóvenes entrar por primera vez en una casa plagada de cámaras. Durante varías semanas íbamos a poder seguirles las 24 horas del día. Nacía una nueva forma de hacer televisión, el concepto de telerrealidad, que marcaría un antes y un después en la pequeña pantalla.

'Gran Hermano 1' fue un rotundo éxito y, tras esta edición, llegarían muchas más, incluidas las ediciones con rostros conocidos. Cientos y cientos de personas que intentaron hacerse con el maletín, un preciado premio que consiguió, en primer lugar, Ismael Beiro. El gaditano, que por aquel entonces tenía 25 años, se ganó a la audiencia por su carisma, su humor, su naturalidad, su espontaneidad y su alegría. Desde entonces, ha seguido vinculado a la televisión, como colaborador, cómic y monologuista

Si quieres saber más sobre Ismael Beiro en la actualidad, aquí te lo contamos

Ania Iglesias, segunda finalista, 90 días dentro de la casa

La vallisoletana fue, para muchos, la ganadora moral de la primera edición del concurso. Ania Iglesias, modelo de profesión, supo aprovechar la oportunidad y también probó suerte como actriz en alguna que otra película y obra de teatro. En la actualidad, sigue unida al mundo de la comunicación y el marketing. El año pasado se comprometió con el director comercial de un portal de fisioterapia y podología llamado Javier Fandiño. A sus 49 años, Ania Iglesias tenía previsto dar el 'sí, quiero' el próximo 19 de julio, fecha que coincide con el aniversario de su noviazgo

Iván Armesto, tercer finalista, 90 días dentro de la casa

Iván Armesto era la otra mitad del dúo cómico. Junto con Ismael Beiro protagonizó algunas de las escenas más divertidas de la primera edición del 'reality', como aquellas que tenían lugar cuando se lavaban los dientes frente al espejo del cuarto de baño. En la actualidad, el asturiano se ha especializado en la dirección de casting y figuración y regenta una empresa con la que trabaja por toda España. Además, es padre de una hija, Raquel, a la que adora

María José Galera, 10 días en la casa

Fue la primera expulsada de la primera edición de Gran Hermano. La sevillana aprovechó al máximo los 11 días que estuvo en la casa y parecía que había encontrado el amor en Jorge Berrocal, pero nada más lejos de la realidad. En 2018, la andaluza contó en Sábado Deluxe que estuvo viviendo cinco años en México, país al que se fue con mucha ilusión a montar un negocio de pádel. Sin embargo, la experiencia acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla, ya que llegó a presenciar tiroteos y su casa acabó desmantelada. María José Galera empezó entonces una nueva vida en España, pero las cosas tampoco le fueron bien del todo. En 2019 aseguró en el mismo programa de Telecinco que estaba "arruinada" y que tenía que vivir en la casa de una de sus dos hijas. Desde entonces, no ha vuelto a sentarse en un plató de televisión. Cabe recordar que en 2008 la exconcursante sufrió la pérdida de su hija mayor, Estefanía, de 17 años, a causa de la parálisis cerebral que padecía desde que tenía seis meses

Jorge Berrocal, 29 días en la casa

Fue uno de los grandes protagonistas de la primera edición de Gran Hermano por su historia de amor con María José Galera y su famosa frase '¿quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?'. Este barcelonés de nacimiento, maño de adopción y malagueño de alma y corazón abandonó el concurso para reencontrarse con ella, pero su relación tan solo duró unos meses y la ruptura estuvo llena de reproches. Ahora, el exmilitar vive en la Costa del Sol con su mujer, Marina Soares, con quien se casó en septiembre de 2016 tras cinco años de relación. "Me aporta sabiduría, felicidad, buenos consejos, nos lo pasamos bien. Es la mujer de mi vida”, dijo en una entrevista concedida a Sálvame, en la que explicaba que había trabajado en redes sociales. "Me gusta escribir y tengo que firmar con seudónimo", aseguró. Ahora, al parecer, desarrolla su creatividad como redactor en un portal de cómics

Israel Pita, 24 días en la casa

Israel Pita y Silvia Casado se enamoraron locamente dentro de la casa y, tras la expulsión del gallego, la malagueña decidió abandonar la casa para reencontrarse con él. Fruto de su relación, nació Hugo en el año 2003, pero su romance no llegó a buen puerto y un año después de convertirse en padres sus caminos se separaron. Aún así, Israel y Silvia no se arrpienten de nada porque gracias a su pasado disfrutan ahora de un presente de ensueño

Israel Pita, que trabaja como celador en un hospital de Málaga, es feliz en estos momentos al lado de Sandra Rodríguez, con quien tiene una niña, Mía, de tres años. "Mi vida ha cambiado totalmente y la que tengo ahora me gusta mucho", confesó en una entrevista reciente concedida al periódico La Voz de Galicia. La pareja se casó el 17 de julio de 2010, y el gallego no duda en hablar así de su preciosa familia: 'Gracias, Sandra por hacerme el papi más feliz del mundo. Mía es lo mejor que nos ha pasado... Y gracias Hugo por ser el hijo que eres'

Silvia Casado, 24 días en la casa

Silvia Casado, por su parte, entró en la casa siendo peluquera y continúa adelante con su profesión. La malagueña, que abandonó la casa de Gran Hermano por amor tras 25 días de concurso, también es maquilladora y se ha especializado en novias. Además del hijo que tuvo con Israel Pita, tiene otro niño llamado Marco. Silvia se define así ante todos sus seguidores: 'Mi pasión es crear a través del cabello, mi hobbie viajar y mi vida mis dos pollitos'

Íñigo González, 35 días en la casa

Se convirtió en el quinto expulsado del concurso tras pasar 35 días en la casa. Este ceutí se hizo popular por su carácter tranquilo, su eterno polo verde y su gran habilidad para "escaquearse" de las tareas domésticas. Tras su paso por el reality, se licenció en Periodismo y estuvo colaborando en el programa Crónicas Marcianas. Aunque su intención era vivir de la tele, pronto retomó sus estudios y actualmente es profesor de árabe en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Granada. Tras casi una década estudiando este idioma, ahora trasmite sus conocimientos a la veintena de alumnos con los que trabaja. "Son muy discretos, ninguno me ha preguntado nada sobre Gran Hermano ni sé si saben quién soy", confesó en una entrevista concedida a El Ideal de Granada. En su vida personal, Íñigo ha encontrado la felicidad al lado de Ángela, con quien está pasando la cuarentena. En estos momentos también sigue en contacto con algunos compañeros de concurso. "Aún mantengo el contacto gracias a un grupo de WhatsApp donde estamos diez concursantes, otros no quisieron saber nada", confesó

Nacho Rodríguez , 28 días en la casa

Nacho Rodríguez Melcón trabaja como Oncólogo Radioterápico de prestigio en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. Este salmantino del Real Madrid y aficionado al crossfit, entre otros deportes, que tuvo que abandonar la casa de Gran Hermano por motivos familiares debido a la enfermedad de su padre, se enamoró perdidamente de Vanessa Pascual. Les separaban entonces 9 años -él tenía 28 y ella 19-. A día de hoy, siguen juntos y tienen dos niños

Vanessa Pascual, 39 días en la casa

También se ha decantado por la sanidad. Según publica la pamplonica en una de sus redes profesionales, es data manager en el Instituto Canario de Investigación del Cáncer (ICIC), adscrita a la Unidad de Investigación del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, con responsabilidad en recolección, almacenamiento, gestión, proceso y análisis estadístico de bases de datos clínicas y biomédicas. Además, participa de manera directa en proyectos de investigación, tesis doctorales, TFTs, así como tareas de organización logística de eventos científicos (cursos, simposios, congresos). Vanessa es recordada como "la mala" de la primera edición de Gran Hermano. Fue la tercera expulsada tras permanecer 39 días en la casa. Tenía entonces 19 años. Desde entonces, permanece alejada del mundo de la televisión

Marina Díez, 52 días en la casa

A diferencia de lo que ocurrió con Nacho y Vanessa, otra de las concursantes, Marina Díez -que pasó 52 días en la casa-, terminó su relación una vez que dejó el 'reality'. En su caso, entro recién casada. Tras su paso por el concurso, la teleoperadora se mudó a Benidorm y sufrió los estragos de la crisis y el año pasado tuvo que someterse a una delicada operación. Actualmente, con un tono de pelo entre moreno y pelirrojo ha pasado la peor etapa de su vida y su único objetivo es disfrutar

Koldo Sagastizábal, 56 días en la casa

Koldo Sagastizábal era uno de los reservas. Los espectadores de Gran Hermano le recordarán por ser el intelectual de la edición, el erudito, el más intenso. Aseguraba, en conversación con sus compañeros de concurso, que tenía sueños 'kafkianos'. En aquel momento, el guipuzcoano, de 21 años, estudiaba Ciencias Políticas.  Tras su paso por la casa se alejó de los foco y se centró en un sector distinto, aunque relacionado: el de la comunicación, el marketing y el turismo. Ahora es responsable de un web de hoteles y, en ocasiones, ha vuelto a aparecer en los medios, aunque por un motivo que nada tiene que ver con GH, sino para dar entrevistas acerca del sector hotelero, que es en el que se mueve como pez en el agua

Mónica Ruiz abandonó el concurso tras 12 días en la casa

Mónica Ruiz también formó parte de la terna de reservas de la primera edición del concurso. En su caso, entró en la casa para suplir el abandono de Silvia. Eso sí, no tardó mucho en salir, sobre todo, después de que una revista hiciese público su pasado. La entonces azafata de barco, de 25 años, hizo frente al huracán mediático y después intentó retomar su vida y su trabajo, logrando además que la publicación le indemnizase por los daños morales causados. En la actualidad, vive en Palma de Mallorca y lo hace alejada del aluvión mediático y de la televisión, como muchos de sus compañeros

Mabel Garrido, 28 días en la casa

Lo mismo ocurre con su compañera Mabel Garrido, otra de las reservas. Entró tras la marcha precisamente de Mónica. Era una madre de familia numerosa de 34 años, que pasó 28 días en la casa y que, tras su expulsión, terminó divorciándose. Posteriormente posó en la misma revista que sacó la información de Mónica y buscó a su madre biológica. A día de hoy reside en Cuenca