Paula Echevarría y Miguel Torres lo dieron todo en el concierto solidario 'Por ellas', que se celebró el pasado sábado en el WiZink Center de Madrid. La pareja, móvil en mano, inmortalizó algunas de las actuaciones más aplaudidades de la noche, como la de Blas Cantó, el representante español en Eurovisión. La actriz, de 42 años, apostó por un original vestido y recogió su melena en una coleta con lazo. Pero su mejor complemento era, sin duda, la sonrisa. Según declaró, desde que conoció a Miguel "nunca se me ha quitado la sonrisa", asegurando así, que su relación con el deportista no puede ser más maravillosa.

La asturiana estuvo muy pendiente del madrileño, con quien lleva saliendo desde finales de 2017. Miguel, de 33 años, ha congeniado a la perfección con el círculo más cercano de Paula, al que la actriz llama cariñosamente "chupipandi". Después del concierto, la pareja se fue a cenar con todos sus amigos al resturante Habanera para poner el broche de oro a una noche perfecta. 

La inolvidable Ana Rivera de 'Velvet' no esconde su amor por el deportista y no duda en compartir con todos sus seguidores numerosas fotos junto a él.  "Me siento muy afortunada por tenerte", escribió la actriz sobre este romántico 'selfie'. Sin embargo, todavía tienen una asignatura pendiente: verles posar con total naturalidad en un photocall. Según ha contado la asturiana, a su chico "no le gustan los flashes" y ella respeta su decisión al cien por cien. 

A pesar de que la distancia fue durante casi dos años su mayor impedimento, la pareja ha comenzado una nueva etapa en Madrid. El deportista se ha instalado en la casa que la actriz se construyó tras su divorcio de David Bustamante y la convivencia no puede ser mejor, ya que su chico no ronca, es muy ordenado y cocina de lujo. Tanto es así que Paula ha tenido que intensificar su entrenamiento. "Nunca he dejado de hacer deporte, siempre me he cuidado bastante lo que pasa es que ahora estoy haciendo un poco más de deporte porque he cogido peso. Tengo un cocinero estupendo en casa”, comentó muy orgullosa. 

Y aunque todo va viento en popa, la pareja no piensa en boda ni en aumentar la familia. “Que no hay ni embarazo ni boda, así estamos bien y felices”, dijo Paula en uno de sus últimos eventos publicitarios. “¿Por qué se comenta que estoy embarazada? ¿Porqué estoy más gorda? Sí lo sé, lo admito. ¡Pero no! No estoy embarazada”, zanjó.