"Me tuvieron que intervenir porque no me estaba recuperando bien. La cara interna del brazo no me termina de cerrar y bueno, al final pasé por quirófano para que me hicieran un pequeño injerto de piel", ha confesado el artista sevillano, de 38 años, que ha tenido su mayor apoyo en su mujer, Silvia Casas, y su hijo Pedro.