Tras la marcha del colaborador, queda una silla vacía en el plató de Sálvame. “Una silla muy codiciada”, tal como la describe la presentadora, quien anunció que ya habían encontrado a la persona indicada. “A rey muerto, rey puesto”, era la noticia. Jorge Manuel Ruiz, el “nuevo” colaborador, aparecía ante las cámaras y era, desde luego, un clon. Kiko Hernández caracterizado como su excompañero llegaba con la barba pintada para que la marcha del periodista no fuera tan dura