La final de Sudáfrica dejó también una imagen muy dolorosa para Xabi Alonso, así como para el resto de los aficionados: el momento en el que Nigel De Jong clavó los tacos de su bota a la altura del pecho del español durante el partido entre Holanda y España del que saldría el vencedor del torneo.
Ese instante, que estremeció a todos los españoles que estaban pegados a sus pantallas, provocó además el enfado generalizado al ver cómo el árbitro, Howard Webb, no sacaba una tarjeta roja al jugador. La 'herida de guerra' no impidió, sin embargo, que España se proclamara vencedora de la competición e inundara de felicidad y alegría a un país entero
Presentó a sus compañeros con tanto arte que levantó una ovación tras otra. Su habilidad y salero para animar a todos los asistentes al grito de 'Espartanos, ¿cuál es vuestro oficio?' dio sus frutos y la gente se volcó con el grupo. Los chistes se sucedieron y la alegría rebosante de los jugadores rápidamente se contagió a la entregada afición, que no dejó de corear y aplaudir durante todo el tiempo que duraron las celebraciones posteriores a la victoria española