Públicos y privados, estos son todos los escenarios de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle

Castillo de Windsor

El sábado 19 de mayo todos los ojos estarán puestos aquí: el Castillo de Windsor. El príncipe Harry y Meghan Markle han elegido este palacio y residencia real, a algo más de 35 kilómetros de Londres, en el condado de Berkshire, para su boda. Se trata del castillo habitado más grande del mundo y el ocupado de mayor antigüedad de toda Europa, casi 5 hectáreas que comprenden algunos de los edificios más bonitos e impresionantes de Inglaterra y con una rica arquitectura creada sobre la base de un castillo medieval aunque su aspecto es más similar al de una ciudad fortificada. 

Este ha sido el hogar de 40 monarcas y se dice que es el lugar favorito de la reina Isabel II para pasar los fines de semana y aquí fue bautizado el Príncipe el 21 de diciembre de 1984, así que se puede decir que el novio tiene una conexión especial con Windsor, eso sin olvidar que el estudió en el prestigioso Eton Collegue a menos de un kilómetro, cruzando el Támesis, de este lugar.

Capilla de San Jorge

Será a las 12:00 de la mañana en la Capilla de San Jorge del Castillo Windsor cuando Meghan Markle desfile hacia el altar en donde le estará esperando el príncipe Harry. El reverendo David Conner, el Deán de Windsor, será el encargado de dirigir el servicio religioso en el que Justin Welby, Arzobispo de Canterbury, oficiará en el momento en el que la pareja haga sus votos matrimoniales.

Como curiosidad destaca que la Capilla de San Jorge no está sujeta a la jurisdicción de ningún obispo o arzobispo, sino a la del Decano y los Canónigos de Windsor designados por la Reina. Además en su interior reposan los restos mortales de diez reyes, entre ellos los del rey Jorge VI y la Reina Madre, bisabuelos paternos del príncipe Harry. 

La escalinata

Convertidos ya en marido y mujer, Harry y Meghan saludarán desde estas escalinatas igual que lo hicieron en su día Peter Phillips y Autumn Kelly, los duques de Wessex o el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles. Es uno de los momentos más esperados de la celebración y de forma tradicional la familia sigue los pasos de los novios hasta que se montan en el carruaje.

Alguno de los detalles que ya ha trascendido es que dado que el Príncipe sirvió durante diez años en el Ejército Británico contará en el día de su boda con una representación de más de 250 miembros de las fuerzas armadas que le acompañarán durante ese recorrido. Serán los miembros de la Household Cavalry los que esperen a los recién casados en la escalinata, mientras que la Guardia del Castillo de Windsor y representantes de otras fuerzas armadas formarán durante todo el recorrido.

La tranquila localidad de Windsor espera un lleno total el 19 de mayo para disfrutar de primera mano de la boda de Harry y Meghan. Locales, turistas y “royal fans” ocuparán los alrededores del Castillo, que estará blindado para la fecha y plagado de dispositivos de seguridad. Las mejores vistas se tendrán desde los cotizados balcones y ventanas de edificios aledaños, aunque hay quien tomó posiciones en primera fila desde el mes de abril durmiendo ya en el zona. 

Los más afortunados cuentan con una invitación para ocupar un lugar de excepción dentro de los terrenos de Windsor, ya que hay que recordar que han sido invitadas 1.200 personas anónimas procedentes de diferentes rincones de Reino Unido. Los prometidos querían que fueran personas que hubieran demostrado un fuerte liderazgo y que hayan servido a sus comunidades.

El recorrido nupcial

Será en torno a la una de la tarde cuando los recién casados abandonen la Capilla de San Jorge para iniciar un recorrido por el centro de Windsor, unas calles con edificios bajos y a menudo tranquilas que ese día se verán repletas de británicos y visitantes que lanzarán a los recién casados sus mejores deseos. El recorrido descenderá desde Castle Hill para enfilar la arteria principal de la localidad, High Street, una calle que desemboca en Sheet Street y después en Kings Road antes de girar a la izquierda para atravesar los jardines por The Long Walk.

The Long Walk 

La pareja confía en que este recorrido proporcione la oportunidad a un gran número de personas de participar en su boda. Desde luego se espera que estos jardines, mil y una veces fotografiados con el imponente castillo al fondo, estén completamente llenos el 19 de mayo. Las llamadas "tres millas" (casi cinco kilómetros) comienzan en el monumento a caballo de Jorge III, conocido como The Copper Horse, y atraviesa el gran parque, antes conocido como el bosque de Windsor, para desembocar en la gran puerta de Jorge IV que protege el castillo.

St George's Hall

Mientras la pareja recorre el corazón de Windsor –localidad en las que se dispararon la reservas hoteleras desde que se confirmó la fecha y el lugar de la boda-, la Familia Real y los invitados se trasladarán a una de las salas más imponentes del Castillo Windsor, la St George's Hall. En este salón de cincuenta y cinco metros con una bóveda de madera de roble con artesonados góticos, que tuvieron que ser restaurados después del incendio de 1992, se celebran espectaculares banquetes de Estado y será el lugar en el que Harry y Meghan brinden con sus invitados en la recepción que tendrá lugar después del “sí, quiero”. Se espera que a esta recepción estén invitadas unas 800 personas, dejando la celebración de la noche solo para el círculo más cercano.

Frogmore House

Quizá Frogmore House sea una de las más desconocidas propiedades de la Familia Real británica. A diferencia del Castillo de Windsor o de muchas otras residencias reales a lo largo del Reino Unido, esta mansión rodeada por 14 hectáreas de jardines y arboledas solo abre al público durante el mes de agosto. Sin embargo, el príncipe Harry y Meghan Markle han demostrado tener debilidad por esta casa de campo construida en 1680, ya que fue el lugar que eligieron para sus fotografías oficiales con el fotógrafo Alexi Lubomirski el que resultó ser uno de los posados más originales, románticos y naturales que se han visto hasta la fecha en una casa real.

Si el exterior es espectacular, rodeado de flores, jardines y estanques; el interior, reservado para compromisos reales, no se queda atrás y tiene un punto onírico con algunas habitaciones decoradas con murales repletos de flores. Además en una de las estancias se encuentran algunos objetos que se conservaron de lo que fue el Yate Real Britannia, el buque en el que pasaron su luna de miel numerosas parejas de la Familia Real, entre ellos Carlos de Inglaterra y Diana de Gales.

Este es el lugar en el que el Príncipe Carlos ejercerá de anfitrión y ofrecerá una velada privada para celebrar la boda de su hijo Harry con Meghan Markle. Esta será la más exclusiva de las celebraciones nupciales y contará solo con unos doscientos invitados entre los que estarán familiares y amigos íntimos de la pareja.