El próximo 25 de diciembre se celebra una de las fiestas más esperadas del año: la Navidad. Es una época en la que la familia se reúne, de buenos deseos, de regalos y comilonas. Para que estos días sean aún más especiales, las casas se llenan de luces y adornos que nos recuerdan que estamos en un momento feliz. La Casa Blanca no es menos y también sus habitantes la preparan a conciencia para estas fechas. Este año es el primero en que la Primera Dama, Melania Trump, ha imprimido su carácter en la decoración navideña. ¿Se habrá inspirado en su antecesora Michelle Obama? A través de estas imágenes hacemos un recorrido por los gustos de cada una, que no pueden ser más dispares. ¡Embarcate en este viaje con nosotros!

Si en la imagen anterior veíamos a Melania en un salón lleno de árboles de Navidad que parecían tener nieve a sus pies, en esta vemos a Michelle frente a un abeto tradicional, con bolas de distintos tonos y algunos lazos y guirnaldas (imagen de 2016). La calidez en este caso es más palpable

Melania ha creado en algunas estancias un universo que bien podría recordar al palacio de hielo de Frozen o a los paisajes nevados de su Ucrania natal, una manera sin duda de estar más cerca de casa

En 2015, Michelle decoraba de esta manera tan minimalista, con apenas una guirnalda con bolas en tono plata uno de los pasillos de la residencia presidencial. Hacía quizá también un guiño a las luces tenues que se adivinan en un pueblo en medio de la nieve

Un año después hacía colgar del techo estas coloridas cintas con un cristal en su extremo, una joya que también en estas fechas recuerda al blanco de la nieve. Los tonos escogidos por Michelle fueron el azul, el rojo y diversos tonos de malva y rosa fucsia

Como es tradición, se invita a un grupo de niños a que disfrute de esta decoración. Melania les recibió junto a un árbol decorado en tonos rojos y blancos y estuvo pintando con ellos. Al fondo se puede ver una mesa de chucherías, ¿les dejarían comerse alguna?

Michelle también recibía a los niños y compartía con ellos la ilusión de estas fiestas. En su caso, una de las atracciones con las que más se divertían los más pequeños eran las mascotas de la familia: dos perros de agua que se llaman Sunny y Bo. Ellos hacían las delicias de los visitantes estos días

El blanco impoluto es uno de los colores dominantes en el paisaje invernal y eso es lo que se ha recreado en una residencia que precisamente lleva este color en el nombre

Michelle también lo escogió en 2015 para decorar este pasillo, aunque en lugar de ramas desnudas hizo colgar estrellas y copos de nieve del techo

El gran abeto que siempre se coloca en una de las entradas de la residencia oficial del presidente vuelve a erguirse orgulloso este año. Para llegar a él, se atraviesa una puerta flanqueada por dos abetos, con el mismo estilo nevado, y rodeada por una guirnalda. El gran abeto está decorado con tonos más dorados, otro de los tonos más típicos

Los Obama hacían colgar grandes guirnaldas también de algunas puertas, a juego con los árboles que las flanqueaban. En este caso, 2016, el color verde predomina y motivos como las campanas y los lazos rojos se multiplican

En el caso de los Obama (2015) estos árboles se llenaban de color con decenas de bolas y estrellas. Un universo multicolor que contrasta, si lo comparamos, con la simplicidad y monocromatismo que este año llena la Casa Blanca

Las cálidas luces iluminan los abetos que llenan las paredes de la Casa Blanca. Caminar entre ellos es como hacerlo por un el campo... si no fuera por las paredes y las lámparas, claro. Cincuenta y tres abetos navideños aparecen repartidos por todo su hogar, más de 5.600 metros de luces y más de 3.400 metros de cinta componen la decoración

Dado que este año se hace un homenaje al Cascanueces, reconocido ballet, las bailarinas inauguraron con unos pasos de esta danza la decoración. En los abetos además cuelgan pequeños cascanueces de cristal

La decoración de este año en la residencia de los Trump está dedicada a la tradición y los recuerdos a anteriores gobiernos. Con ella se rinde homenaje al compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovski y su Cascanueces, con el que se rememora a la primera ornamentación temática de la Casa Blanca, escogida por Jacqueline Kennedy en 1961. En la imagen, siluetas de antiguos presidentes se esconden en algunos rincones

Sunny y Bo siempre tenían un lugar entre las decoraciones navideñas y es que estos simpáticos perros eran casi tan famosos como sus dueños, los Obama (2015)

En el comedor de Estado, dos grandes árboles flanqueaban la chimenea y, a sus pies, es como si Papa Noel hubiera pasado ya por allí, se acumulan grandes juguetes como un oso de peluche, dos soldaditos y un tren cargado de ilusión (decoración de los Obama en 2015)

Melania llenó de chucherías esta mesa, toda en tono rojo, un color navideño por excelencia. ¡Casi parece que Papa Noel hubiera dejado su huella en este bufet!

Los valores éticos y familiares protagonizaron en ocasiones la Navidad de los Obama. En su último año en la Casa Blanca (2016), la pareja colocó representaciones de casas y edificios significativos hechos con piezas de Lego

Las coronas de jengibre eran tentaciones que colgaban por doquier cuando los Obama ocupaban la Casa Blanca (Imagen de 2016)

En uno de los salones de la Casa Blanca hay este año un original árbol hecho con libros, destacando seguramente la importancia que tiene la cultura. Este guiño lo hizo también Michelle Obama en una ocasión, cuando puso un árbol hecho de lápices

El pasado año, el último de los Obama en la residencia oficial del presidente, Michelle llenó las chimeneas de regalos gigantes y guirnaldas de colores. Papa Noel había llegado antes de lo previsto parecía...

Una imagen para el recuerdo: las galletas de jengibre que Michelle ofrecía en estas fechas tenían la forma de sus mascotas. ¡También para ellos es Navidad!