Jorge Fernández nos cuenta su batalla contra la enfermedad de Lyme: de su complicado diagnóstico a su recuperación

‘Lo peor es la incertidumbre y que empeoras. Ni me miraba al espejo. Tuve que aprender a decir ‘no’ a la gente para dedicarme a mí’, confiesa el presentador

HOLA 4013 COCTEL Jorge Fernandez

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Ahora puede sonreír, pero Jorge Fernández ha pasado una auténtica pesadilla. Fue hace cerca de cinco años cuando empezó a sentir que su cuerpo no iba bien… Pese a recurrir a médicos, no encontraba solución. Finalmente, fue diagnosticado de enfermedad de Lyme, que también padecen Justin Bieber, Bella Hadid y Richard Gere… El pasado 17 de mayo, día intenacional de esta patología, hablamos con el presentador de La ruleta de la fortuna.

Jorge Fernández, posando ©GTres
Jorge nos confiesa que la enfermedad le afectó mucho a nivel emocional: “Peor que a nivel físico. Lo peor es la incertidumbre y que empeoras. Ni me miraba al espejo. Tuve que aprender a decir “no” a la gente para dedicarme a mí”.
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—¿Cómo definirías la enfermedad?

—La provoca una garrapata infectada y es crónica. Lo fastidioso es detectarla, porque la llaman la gran imitadora. Los síntomas se parecen a muchas otras y suelen diagnosticar fibromialgia o fatiga crónica. Cuando me dieron el diagnóstico, llevaba dos años. A lo mejor, me pudo picar hace diez. Puedes no desarrollar la enfermedad, pero si el sistema inmunológico está deprimido, aparece. Cuando me hice las pruebas, salió el Lyme. Tenía cuatro bacterias: ‘rickettsia’, ‘babesia’, ‘bartonella’ y ‘barrelia’.

—Lyme afecta a la piel, al sistema nervioso, a las articulaciones, al corazón. ¿En tu caso...?

—Me empezaron a doler tobillos, rodillas, hombros… Luego, cada vez dormía peor. Después, empezó a molestarme el estómago y adelgacé una barbaridad. Además, al hacerme pruebas, salió que tenía mucho índice de mercurio.

—¿En la sangre?

—El mercurio se queda pegado en tejidos, en órganos… Es un desestabilizador hormonal y empieza con la tiroides, afectar a las hormonas sexuales, a la testosterona. Es algo distinto al Lyme, pero al juntarse… imagínate.

—¿Cuándo empezaste a notar los síntomas?

—Hace cinco años, pero estuve dos dando vueltas con médicos. Al final, hablé con una amiga farmacéutica, que es Marisa García Alonso, para que me buscara bacterias o virus.

—Entonces, ¿no fueron los médicos quienes te diagnosticaron, sino tu propia farmacéutica?

—Así es. Los médicos me decían que era fibromialgia, fatiga crónica, colon irritable… Estaba sin energías… Además, perdía peso porque comía y comía, pero no asimilaba nada de nada.

—¿Y costó dar con el tratamiento adecuado?

—No. Me puse en manos de Carmen Navarro, la mejor doctora de síndrome de Lyme en España. Me curó con antibióticos y mucha suplementación, porque estaba bajo de todo: minerales, omegas… Mi cuerpo estaba tirando de reservas.

Jorge Fernández en la playa©@jorgefdeztv

—Es que bajaste 13 kilos… ¿Cuánto tiempo necesitaste para recuperarte?

—Un añito para ponerme medio bien y dos años, mejor. Es un proceso muy largo y siendo superestricto con la alimentación, haciendo ejercicio y durmiendo bien.

—Pese a sentirte mal, no dejaste de trabajar.

—Mi médico me dijo que lo dejara, pero le contesté que era lo único a lo que no iba a hacer caso: Yo no dejo la ruleta. Lo peor es que los suplementos son carísimos y no hay ayudas. Lo mismo para el mercurio. Hay poca gente que sepa quitar el mercurio, aluminio, arsénico o plomo…

—¿Qué te provocó lo del mercurio?

—Comer mucho atún. Luego, estaba hasta arriba de un aditivo de la gasolina de los aviones. Llevo 30 años volando cada semana y lo acumulé. Hay gente que está mal y no sabe por qué.