‘Sabe muy bien conducir coches de carrera’
Alejandro Agag nos habla de su encuentro con el Príncipe Guillermo
El empresario español es el fundador Extreme E, una nueva categoría de competición de todoterrenos eléctricos. El duque de Cambridge ya es fan del proyecto
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El Príncipe Guillermo heredó la pasión por la velocidad y la acción de su abuelo, el Duque de Edimburgo, que amaba pilotar aviones, navegar, jugar al polo y participar en las carreras de enganche. En 2017, el Duque de Cambridge tuvo que renunciar a su trabajo como piloto de helicópteros en el servicio de ambulancias aéreas de East Anglian para dedicarse de lleno a la agenda real. Sin embargo, hace unos días tuvo la oportunidad de volver a sentir la adrenalina, aunque esta vez al mando de un Odyssey 21, un innovador automóvil todoterreno eléctrico.
El Duque de Cambridge, que está de gira por Escocia, disfrutó de unos minutos de velocidad en el circuito de Knockhill gracias a Alejandro Agag. El empresario español, fundador de la Fórmula E, acaba de lanzar las carreras Extreme E, una nueva categoría de competición de automóviles todoterreno eléctricos que se disputan el podio en lugares extremadamente remotos del mundo, sitios que están sufriendo los efectos del cambio climático. Guillermo, que es un entusiasta de los deportes y un gran defensor del medio ambiente, no dudó en aceptar la invitación de Agag.
Los dos juntos probaron el Odyssey 21 E-SUV, el novedoso todoterreno cero emisiones de Extreme E y, tras la prueba, conversaron sobre las inquietudes que comparten en materia de cambio climático. “Ha sido impresionante, me ha encantado”, le reconoció el Príncipe Guillermo a Agag. No es la primera vez que el empresario conquista a un royal con sus iniciativas deportivas, que aúnan alta tecnología, diversión y sostenibilidad. La Fórmula E, la categoría de competición de monoplazas eléctricos que lanzó en 2014, cuenta con fans incondicionales como el Príncipe Alberto de Mónaco, Pierre Casiraghi o Sarah Ferguson, Duquesa de York.
Agag se encuentra en estos momentos en Senegal, ultimando los detalles de la próxima carrera de Extreme E, que tendrá lugar este fin de semana en el Lago Rosa, al norte de la península de Cabo Verde y muy cerca de Dakar. Pese a que tiene mucho trabajo, el empresario hizo un hueco en su agenda para hablar unos breves momentos con ¡HOLA! sobre su reciente encuentro con el Príncipe Guillermo.
-Alejandro, ¿cómo se interesó el Príncipe en Extreme E?
-El Príncipe William se interesó por la iniciativa porque él ha creado los Premios Earthshotque, yo creo, se van a convertir en los Premios Nobel del medio ambiente (se trata de un galardón que entrega premios de un millón de libras cada año a personas o equipos que ayudan al mundo a luchar contra la crisis climática). Él quiere impulsar y mostrar su compromiso con las tecnologías limpias, con las tecnologías que pueden ayudar a cuidar el medio ambiente. Por eso, el Príncipe quiso hacer esta demostración con un coche eléctrico de Extreme E, para mostrar su compromiso con las nuevas tecnologías limpias para movilidad.
-¿Es un buen piloto?
-Me quedé muy sorprendido de lo bien que el Príncipe condujo el coche. Tiene muy buena técnica, sabe muy bien conducir coches de carrera. Se le fue un par de veces y corrigió rápidamente, tuvo muy buena técnica. La verdad es que al Príncipe le doy un 10 como piloto de carreras.
-¿Qué buscas conseguir con Extreme E?
-El objetivo de Extreme E es utilizar el deporte como plataforma para lanzar un mensaje sobre lo que está sucediendo en los distintos puntos del planeta en cuestiones de cambio climático, polución, contaminación de los océanos por plásticos, la subida del nivel del mar… muchas cuestiones que hacen evidente que estamos destruyendo el planeta en el que vivimos. Finalmente, vamos a conseguir que el planeta sea inhabitable para el ser humano. Extreme E quiere llevar ese mensaje y tomar acción, es decir, acciones concretas. Ahora, por ejemplo, estoy en Senegal y vamos a plantar un millón de manglares financiados por Extreme E y nuestros patrocinadores.
El lago Rosa de Senegal fue durante décadas el lugar donde se disputaba la etapa final del París-Dakar, el rally más famoso del mundo. Ahora, Agag está decidido a ponerlo en el mapa nuevamente y a despertar conciencias sobre los peligros que acechan a ese delicado ecosistema y a tantos otros alrededor del mundo . El español ya cuenta con una legión de fans, incluido el Príncipe Guillermo.
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