Maurizio y Patrizia Gucci: el crimen que sacudió a Italia llega al cine de la mano de Lady Gaga

Veinticinco años después del asesinato del ‘rey del lujo’ por orden de su mujer

Lady Gaga y Adam Driver

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La mañana del 27 de marzo de 1995, Maurizio Gucci, heredero del imperio del lujo que lleva su apellido, fue asesinado a sangre fría —cuatro tiros por la espalda— en la puerta de sus oficinas en Milán. Tenía cuarenta y seis años, una fortuna de más de doscientos millones de euros, dos hijas fruto de un matrimonio convulso y una nueva pareja. Paola Falchi, la novia que tenía Gucci entonces, se enteró del crimen a los pocos minutos y, desde un primer momento, sospechó de una sola persona:Patrizia Reggiani, la exmujer del empresario.

Lady Gaga y Adam Driver©CordonPress
Más de veinticinco años después, Lady Gaga y Adam Driver encarnarán a los protagonistas de esta historia.
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Tras dos años de investigaciones, la policía de Milán arrestó a Reggiani por el asesinato de su exmarido. Cuando la policía fue a buscarla a su casa, no se mostró sorprendida. “¿Vienen por lo de mi marido?”, dijo a los agentes. Más tarde se descubrió que, diez días antes del asesinato de Gucci, Patrizia había escrito en su agenda personal: “No hay crimen que no se pueda comprar”. Durante el juicio, que fue portada de los periódicos italianos durante meses, se demostró que había pagado cuatrocientos mil euros a un sicario para deshacerse de su exmarido y así heredar su fortuna. En 1998, fue condenada a veintinueve años de cárcel y a un apodo: La Viuda Negra.

Maurizio and Patrizia Gucci©GTres
En 1995, Maurizio Gucci, heredero del imperio del lujo que lleva su apellido, fue asesinado a sangre fría. Tras dos años de investigaciones, la policía de Milán arrestó a su exmujer, Patrizia Reggiani.

En 2011, se le ofreció el tercer grado, pero lo rechazó declarando: “Nunca he trabajado en mi vida y, desde luego, no voy a empezar ahora”. En 2016, quedó en libertad, tras dieciocho años de cárcel. La sentencia se acortó por buen comportamiento. Cuando salió de prisión, un juez le concedió una pensión vitalicia de un millón de euros al año del patrimonio de Maurizio Gucci, una compensación que La Viuda Negra había pactado con su difunto exmarido. Sus hijas, que administran el abultado patrimonio Gucci, recurrieron la sentencia y, por el momento, Reggiani no ha podido estrenar su fortuna. Ahora, la asesina de Gucci pide a sus hijas, Allegra y Alessandra, una suma mensual bastante más moderada y pasar “algo de tiempo al año” con sus nietos, a los que no conoce.

Patrizia pagó cuatrocientos mil euros a un sicario para deshacerse de su exmarido y así heredar su fortuna. En 1998, fue condenada a veintinueve años de cárcel

Veinticinco años después del crimen que sacudió a Italia, la tétrica historia de la saga Gucci llegará al cine de la mano del director Ridley Scott. Lady Gaga hará de Patricia Reggiani, y Adam Driver dará vida a Maurizio Gucci en la película House of Gucci. Los actores ya se encuentran en Roma rodando la cinta, que promete estar aderezada con glamur, violencia y traiciones. Cuentan que, cuando La Viuda Negra se enteró de que la cantante americana va a interpretarla, se enfadó. “No me llamó”, habría dicho Reggiani, ofendida por no haber sido contactada para asesorar a los realizadores de la película sobre su vida.

Una historia de película

La pareja formada por Maurizio Gucci y Patrizia Reggiani se conoció a principios de los 70, cuando eran veinteañeros viviendo la dolce vita, y en seguida se convirtieron en celebrities. Él era el heredero del imperio Gucci, y ella se convirtió rápidamente en un icono de estilo: la prensa italiana la apodó como Lady Gucci.

Lady Gaga©Lagencia
Lady Gaga da vida a Patricia Reggiani en la película ‘House of Gucci’.

Maurizio y Patrizia se casaron en 1972 y al principio la familia Gucci se opuso al matrimonio. Finalmente, fueron aceptados en el clan. Los padres del heredero regalaron a la pareja numerosas propiedades, islas privadas y yates. Después de tener dos hijas juntos, el empresario dejó a Patrizia por otra mujer más joven, en 1991. Según los informes, se fue un día y nunca regresó. Inició una relación con Paola Franchi, y llegó a un acuerdo muy generoso con su exmujer.

“Ella no estaba enamorada de Maurizio, lo único que le interesaba era mantener su nivel social, su imagen. Quería seguir siendo la señora Gucci”, aseguró Paola Franchi, última pareja de Maurizio, en una entrevista. Cuando se fueron a vivir juntos, Patrizia comenzó a hacerles la vida imposible: amenazas de muerte, llamadas a todas horas. “Te quiero ver muerto”, dijo Patrizia en un mensaje grabado en el contestador telefónico.

Patrizia Reggiani Martinelli©GTres
Más tarde se descubrió que, diez días antes del asesinato de Gucci, Patrizia había escrito en su diario personal: “No hay crimen que no se pueda comprar”.

Al año siguiente, a Patrizia se le diagnosticó un tumor cerebral, que le pudieron extirpar. En 1993, Maurizio vendió su participación en Gucci a Investcorp por unos doscientos millones de euros, una decisión que molestó a su exmujer, que estuvo muy involucrada con la marca durante el tiempo que duró su matrimonio. Dos años después, una mañana de primavera, el empresario murió abatido a tiros.

Patrizia Reggiani©CordonPress
“Nunca he trabajado en mi vida y, desde luego, no voy a empezar ahora”, dijo La Viuda Negra en 2011.

“Nunca he trabajado en mi vida y, desde luego, no voy a empezar ahora”, dijo La Viuda Negra en 2011, pero unos años después, ya en libertad, aceptó un trabajo en una joyería de Milán. En su primer día como empleada, los paparazzi le preguntaron: “¿Por qué contrató a un sicario para que matara a Maurizio Gucci? ¿Por qué no le disparó usted misma?”. Y ella respondió: “Mi vista no es tan buena. No quería fallar”.


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