Sara Carbonero se ha enfrentado a una de las experiencias más angustiosas de su vida. La periodista ha compartido en su blog el desesperante suceso que vivió cuando viajaba a bordo de un avión. Una fuerte tormenta de viento provocó una de las situaciones más desesperantes en las que se ha visto envuelta. "Lo normal para un vuelo Porto-Madrid es tardar unos 50 minutos o una hora. Bueno pues llevábamos casi dos horas en el aire y ni siquiera estábamos cerca del aeropuerto de destino", relata. "Llegué a pensar que el avión realmente tenía algún problema o avería y que no querían decirnos nada por no sembrar el pánico, pensé que en cualquier momento nos podíamos estrellar, que en casos así era una suerte estar incomunicado para no poder mandar mensajes a nuestros seres queridos poniéndoles el cuerpo del revés. Aunque por otro lado, si ya no les iba a ver más, me gustaría decirles algo", cuenta.
Sara pensó inmediatamante en sus hijos, Martín y Lucas, y sintió "un miedo irracional que antes de ser madre no conocía", escribe. "La maternidad viene con un montón de cosas maravillosas y con un buen puñado de miedos e inseguridades, como por ejemplo el miedo a no estar y que tus hijos te necesiten, a no verles crecer, a perderte algo de sus vidas. Me entraron sudores fríos y una sensación de claustrofobia tremenda", añade.
Finalmente, todo quedó en un susto y consiguieron aterrizar. "Cuando bajé del avión me dieron ganas de besar el suelo como hace el Papa". La periodista juró que no volvería a volar, sin embargo, superó su miedo y al día siguiente regresó a Oporto "en avión y con un vuelo fantástico, tranquilo y rápido".
"No todos los miedos se superan, no tenemos por qué hacerlo. Se trata de aprender a vivir con ellos. Que aparezcan lo menos posible y, cuando lo hagan, contraatacar pensando en las cosas tan maravillosas que tiene la vida. Merece la pena vivirla plenamente intentando que las zonas de turbulencias nunca sean mayores que las de la calma", concluye.