Francisco Rivera: 'No compraría Cantora. Si me la regalan, la vendo'

El extorero ha concedido una entrevista a Risto Mejide para su programa 'Viajando con Chester'

Por hola.com

No es algo habitual verle siendo entrevistado en televisión, pero Francisco Rivera ha hecho una excepción y se ha sentado a charlar con Risto Mejide para su programa Viajando con Chester. El extorero ha hablado sin tapujos de su vida y de su familia, así como del enfrentamiento que ha mantenido con Isabel Pantoja por la herencia de su padre.


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Al hablar de su familia, el exdiestro afirma: "Me considero increíblemente orgulloso de donde vengo. Fíjate en toda la gente que ha pasado por mi casa: Orson Welles, Hemingway, Ava Gardner, Picasso, Dalí, Paco de Lucía… Mi padre era muy amigo de Dalí, y cuando toreaba en Barcelona se vestía en casa de Dalí, eso no lo sabe la gente. Y a Dalí no le gustaban los toros, pero los respetaba." También tiene palabras para sus hermanos: "Cayetano es un fenómeno y Kiko es muy buen tío, le quiero mucho. Me llevo bien con él como con todos mis hermanos. No somos parecidos, nos hemos criado muy alejados, y eso abre brechas. A Julián le he ayudado de todas las formas que he podido."

Sobre el toreo, cuenta que eligió muy joven la que ha sido su profesión hasta hace unos años: "Siempre tuve claro que quería ser torero, empecé a aprender con 12 años y mi madre me autorizó a torear con 17. Yo era pésimo estudiante, y un día tuvimos una conversación y le dije que lo que quería era torear, y mi abuelo me dijo: 'Demuéstralo'. Amo al toro y le agradezco todo lo que me ha dado."


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Al referirse a su padre, 'Paquirri', Francisco evita las comparaciones con él: "En la plaza siempre he querido ser yo y pienso que mi padre estará orgulloso de mí, pero nunca pensaré que he llegado a su nivel. Yo le veía como mi héroe, entraba a hombros con él, me encantaba ir a la plaza. Un día me dijo: 'Fran, un hombre vale lo que vale su palabra'. Y esa frase la tengo grabada. Ir a verle torear me encantaba, recuerdo que en el patio de cuadrillas me agarraba a su pierna y era el sitio más seguro del mundo y me encantaba estar con él cuando se vestía de luces." Y también recuerda cómo se enteró de su muerte: "Mi madre me dijo: 'A papá le ha cogido un toro y está en el cielo con la esperanza de Triana'. Desde ese día le echo de menos todos los días."

"Mi madre me dijo que el día más horrible de su vida fue contarnos a nosotros que nuestro padre se había ido. Lo que pasa es que mi madre tiraba para adelante con todo, era una 'fenómena', quería vivir cada momento con unas ansias… era fantástica", dice al hablar de Carmen Ordóñez. Al recordar su muerte, Francisco dice: "Mi madre nunca admitió su adicción, y yo lo hago públicamente porque quiero ayudar a las familias que estén pasando por la misma situación. Hubo un momento en que dije: 'O salgo de aquí o me arrastra'. El tema de las drogas es brutal porque te hace mentir, te hace vivir fuera de la realidad, te aleja de los tuyos y te vas yendo hacia un camino oscuro, y a nosotros nos hizo mucho daño. Yo estuve un año sin hablar con mi madre por la impotencia que sentía. Luego intenté unirme a ella, luchar con ella, pero era imposible."

El extorero revela que la noche anterior a su boda con Eugenia Martínez de Irujo, su madre le aconsejó que no se casara. "Lo vio cristalino, vio que iba a ser un desastre. Me dijo: 'Cógete un coche, un avión, vete y no te cases mañana, Eugenia no es el amor de tu vida y esto no va a durar'. Y yo le dije. '¿Qué estás diciendo, cómo vamos a suspender todo esto…?' Y ella me dijo: 'No pasa nada, yo me quedo aquí a dar la cara y en un mes se ha olvidado esto.' Lo bueno de no haberme ido es mi hija, lo mejor que me ha pasado en la vida." Sobre ella, Francisco revela que ya tiene un pretendiente: "Tiene un amigo especial, un noviete, es buen chaval".


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Durante la entrevista, Francisco explica que pidió la nulidad eclesiástica porque conoció a "la mujer de su vida". "A veces el fin justifica los medios y yo he conocido a la media naranja esa que se dice, la que completa el círculo, y para mí que soy muy católico y ella era importante el casarnos por la iglesia y estar en orden con nuestra fe." Además, cuenta que Lourdes le ha ayudado a poner los pies en la tierra. "Mi vida ha ido más rápida de lo normal y cuando el éxito te llega muy joven es complicado de asimilar, te crees que estás por encima del bien y del mal y yo perdí el norte. Me faltó esa persona que me dijera: 'Ten cuidado, te estás equivocando'. He conocido a una mujer maravillosa."

Al hablar de la custodia de su hija, que tiene su exmujer, Francisco declara: "De mí se burlaron la jueza, el fiscal y todo el mundo. Es una vergüenza que sólo pueda ver a mi hija ocho días al mes. Antes, cuando iba con un yugo, hablaba con cuidado, decía que sí a todo… la veía mucho más. Pero cuando dices que tu hija no es una mercancía ni una maleta, se acaba el buen rollo. Planteamos la figura de mediación y mi exmujer se negó. ¿Por qué? No se lo he podido preguntar, llevo dos años sin hablar con ella. No quiere hablar conmigo, todo es vía mail. Sin palabras."

Francisco tampoco rehuyó las preguntas sobre el enfrentamiento que ha mantenido con Isabel Pantoja por la herencia de su padre. "Isabel se negó a darnos las cosas de mi padre: un chaquetón, un traje de torear, una cabeza de toro, capotes, muletas... Lo normal es que se hubieran hecho tres montoncitos y se hubieran dividido entre los tres hijos que tenía mi padre. Y eso se negó. Mi madre la llevó a juicio, ganó y justo al día siguiente de la sentencia se denunció un robo en Cantora. De todas formas allí hay cosas. He hablado con Isabel y quiero pedirle las cosas de mi padre otra vez. Me habría hecho mucha ilusión hacer un paseíllo con un capote de mi padre." Sin embargo, Francisco afirma que no compraría la finca Cantora. "Es más, me la regalan y a lo mejor la vendo. Era la finca de mi padre, desde que yo nací vivía allí. Pero ya ha pasado, yo he pasado página."