Los decenios al frente de un grupo que incluye a algunas de las empresas más importantes de España hizo ver a Esther Koplowitz, desde el primer momento, la necesidad de retornar a la sociedad aquello que había construido. Fundamentalmente lo ha hecho así a través de la Fundación que lleva su nombre, a través de residencias para personas necesitadas, en riesgo de exclusión, ancianos -en Madrid, en Cataluña o en Valencia- y discapacitados físicos o intelectuales.
Hoy se construye para donar a la Fundación Nido, un centro residencial y de tratamiento para niños afectados de parálisis cerebral. Son un ejemplo de las más de doscientas acciones que lleva a cabo la fundación. Baste el ejemplo del Centro de Investigaciones Biológicas Esther Koplowitz que diagnóstica y trata las enfermedades más complejas en el hospital Clinic de Barcelona, el CEPRI, para autistas de Majadahonda, el robot Da Vinci donado al Clínico de Madrid para Cirugía de Precisión extrema. Sin olvidar, las más de 1200 becas de residencia para estudiantes Universitarios sin recursos. Todo financiado exclusivamente con las aportaciones de Esther Koplowitz que ha retornado a la sociedad con su filantropía y mecenazgo, mucho más de lo que la sociedad le dio.
