Debido a una sanción que le impuso la FIFA, el uruguayo Luis Suárez sólo puede jugar partidos amistosos con su equipo, el Barça, y esto claro aumenta la expectación que provocan este tipo de encuentros. Así ocurrió en el que enfrentó al equipo azulgrana con la selección sub 19 de Indonesia, en el que los catalanes celebraron una amplia victoria por 6-0. Luis fue una de las estrellas del encuentro marcando dos de los tantos que elevaron a los suyos al pódium, un buen juego ante la atenta mirada de su mujer Sofía Balbi, que se sentó en las gradas.
Estuvo a partes iguales pendiente de sus hijos, Delfina, de 4 años, y Benjamín, de poco más de uno, que se divirtieron viendo a su padre marcar goles. Los gestos de la pequeña Delfina, que llevaba una bonita goma roja en el pelo, lo dicen todo. Además cuando finalizó el partido ella fue durante un rato una estrella más, ya que saltó al campo con su padre para dar unos toques al balón.
La historia de amor de Luis y Sofía es como de película. La pareja se conoció en la adolescencia en Montevideo, pero la familia de Sofía es catalana y ella regresó a España. Desafiaron a la distancia y continuaron su noviazgo a miles de kilómetros, hasta que el jugador fichó por el equipo Groningen de Holanda y se trasladó a Europa para estar más cerca de su novia. Se casaron en 2009 y han cumplido su sueño de estar juntos, ahora además en Cataluña donde reside la familia de Sofía.
El futbolista, uno de los máximos goleadores de la Premier la pasada temporada, fichó este verano por el Barcelona para las próximas cinco temporadas. Su nombre estuvo en el centro de la polémica en el pasado Mundial de Brasil, después de que le diera un mordisco al central italiano Chielini, un incidente por el que fue sancionado por la FIFA.
